Una mujer en Chihuahua fue víctima de una cruel extorsión telefónica que la llevó a depositar 40 mil pesos en tiendas de conveniencia. Los delincuentes, utilizando números con lada nacional, la presionaron con engaños sobre un supuesto paquete retenido, exigiendo una suma exorbitante para su liberación.
El caso ocurrió cuando la afectada recibió múltiples llamadas de dos números distintos, identificados como +52 564 735 6830 y +52 565 193 0095. Los extorsionadores le indicaron que debía pagar 79,970 pesos para liberar un paquete que, según ellos, estaba retenido. La presión fue tal que la víctima, atemorizada, reunió el dinero que pudo.
Bajo amenazas constantes, la mujer realizó varias transacciones en tiendas de conveniencia, depositando un total de 40 mil pesos. Los delincuentes, expertos en manipulación, lograron que la víctima actuara rápidamente, aprovechándose de su miedo y confusión.
Tras percatarse del engaño, la afectada contactó a las autoridades. Elementos de la Policía Municipal acudieron al lugar donde se reportó el incidente, entrevistándose con la víctima para recabar su testimonio. La desesperación de la mujer era evidente, al haber perdido una suma significativa.
Los agentes municipales levantaron un acta detallando los hechos y orientaron a la víctima para que presentara una denuncia formal ante las autoridades correspondientes. La investigación quedó en manos de la autoridad investigadora, que ahora busca dar con los responsables.
Este caso pone en evidencia la creciente ola de extorsiones telefónicas en el estado, un problema que parece no encontrar freno. Los delincuentes operan con total impunidad, utilizando tácticas cada vez más sofisticadas para engañar a ciudadanos desprevenidos.
La Dirección de Seguridad Pública Municipal emitió un llamado a la población para mantenerse alerta ante este tipo de engaños. Recomendaron colgar de inmediato ante cualquier llamada sospechosa y verificar cualquier información antes de realizar pagos.
La situación refleja un panorama alarmante en materia de seguridad en Chihuahua. La falta de estrategias efectivas para combatir este tipo de delitos deja a la ciudadanía vulnerable, enfrentándose sola a redes criminales que operan sin temor a las consecuencias.
Casos como este no son aislados. Las extorsiones telefónicas han incrementado en los últimos años, afectando a personas de todas las edades y condiciones. La sensación de inseguridad crece, mientras las autoridades parecen incapaces de poner un alto a esta problemática.
La víctima, ahora en espera de justicia, enfrenta no solo la pérdida económica, sino también el impacto emocional de haber sido engañada. Este incidente es un recordatorio de la urgencia de implementar medidas más contundentes contra la delincuencia en el estado.