La Fiscalía de Estados Unidos ha dado un golpe contundente al Cártel de Sinaloa al presentar una acusación formal por narcoterrorismo contra varios de sus líderes. Entre los señalados están Pedro Inzunza Noriega, alias “Sagitario”, y su hijo Pedro Inzunza Coronel, identificados como piezas clave en una de las redes más sofisticadas de tráfico de drogas a nivel mundial.
La acusación, presentada en una corte federal de San Diego, California, marca un precedente histórico. Es la primera vez que se aplican cargos de narcoterrorismo desde que el Cártel de Sinaloa fue designado como organización terrorista por el gobierno estadounidense. Esta medida responde a una orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump en enero de 2025.
Según las autoridades, los acusados han estado involucrados durante años en el tráfico de grandes cantidades de cocaína, fentanilo, metanfetaminas y heroína hacia Estados Unidos. La investigación detalla cómo Inzunza Noriega y su hijo operaban bajo la facción Beltrán Leyva, consolidando una red que transportaba cocaína desde Colombia y, más recientemente, se especializó en la producción y distribución de fentanilo.
El fiscal a cargo del caso fue claro al advertir: “Si actúas como terrorista, no debe sorprenderte que te acusen como tal”. Las autoridades estadounidenses subrayan que estas acusaciones son un paso crucial para desmantelar las operaciones del cártel, al que consideran una amenaza directa a la seguridad nacional.
La designación del Cártel de Sinaloa como organización terrorista por el Departamento de Estado en febrero de 2025 abrió la puerta a estas acusaciones. Esta clasificación permite a Estados Unidos imponer sanciones económicas severas y perseguir a cualquier persona o entidad vinculada al grupo, ampliando el alcance de las acciones legales.
La investigación revela la magnitud de las operaciones del cártel, que no solo se limita al tráfico de drogas, sino que incluye actividades violentas para mantener su control. Los cargos de narcoterrorismo reflejan la intención de las autoridades de tratar estas organizaciones criminales con la misma severidad que a grupos terroristas internacionales.
Este nuevo capítulo en la lucha contra el narcotráfico llega en un momento de tensiones entre México y Estados Unidos. La designación de los cárteles como terroristas ha generado críticas en México, donde algunos expertos advierten que podría complicar la cooperación bilateral en materia de seguridad.
Mientras tanto, la guerra interna en Sinaloa entre facciones del cártel, desencadenada tras el arresto de Ismael “El Mayo” Zambada en julio de 2024, sigue alimentando la violencia en la región. Las autoridades estadounidenses esperan que estas acusaciones debiliten aún más la estructura del Cártel de Sinaloa.
El caso sigue en desarrollo, y se espera que las autoridades revelen más detalles sobre las operaciones de los acusados. Por ahora, esta acción representa un mensaje claro: Estados Unidos intensificará sus esfuerzos para combatir a los cárteles mexicanos con todas las herramientas legales a su disposición.

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Fiscalía de EU desata ofensiva contra el Cártel de Sinaloa: Líderes acusados de narcoterrorismo
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