Este martes, el papa León XIV realizó una emotiva visita a la sede de la Orden de San Agustín en Roma, un lugar especial para él, ya que pertenece a esta comunidad religiosa. La Curia Generalicia, ubicada a pocos pasos del Vaticano, fue el escenario donde el pontífice asistió a una misa y compartió un almuerzo con sus hermanos agustinos, en un gesto que refleja su cercanía con sus raíces.
La visita, confirmada por la oficina de prensa de la Santa Sede, tuvo lugar en el día tradicional de descanso de los pontífices, el martes, cuando no hay audiencias ni actos oficiales. León XIV decidió mantener una costumbre que ya tenía como cardenal: reunirse con los agustinos para orar y convivir. La misa, celebrada a las 12:00 horas, fue un momento de reflexión y espiritualidad compartida.
El almuerzo posterior, descrito como fraternal, permitió al papa fortalecer los lazos con la orden que ha marcado su vida. Este encuentro no fue anunciado con antelación, lo que resalta el estilo sencillo y espontáneo que León XIV parece querer imprimir en su pontificado.
Esta no es la primera vez que el papa muestra su devoción por los agustinos. El pasado domingo, sorprendió al visitar el santuario de la Virgen del Buen Consejo en Genazzano, un lugar querido por la orden, y rezó ante la tumba de su antecesor, el papa Francisco, en la basílica de Santa María la Mayor. Estas acciones reflejan su intención de honrar tanto su herencia espiritual como la memoria de Francisco.
León XIV, cuyo nombre es Robert Francis Prevost, ha generado expectativa por su perfil único. Nacido en Chicago y con nacionalidad peruana, su trayectoria incluye décadas de trabajo misionero en América Latina, especialmente en Perú, donde fue obispo de Chiclayo. Su elección como papa marcó un hito al ser el primer estadounidense en ocupar el cargo.
Actualmente, el pontífice reside en el palacio del Santo Oficio, a la entrada del Vaticano, mientras se decide si optará por vivir en la Casa Santa Marta, como lo hizo Francisco, o en el palacio apostólico. Esta decisión, aunque administrativa, es vista como un indicio de cómo planea ejercer su liderazgo.
En sus primeros días como papa, León XIV ha optado por gestos discretos pero significativos, alejándose de los reflectores para priorizar momentos de conexión espiritual y comunitaria. Su visita a los agustinos es un ejemplo de ello, mostrando un liderazgo que combina humildad y tradición.
El lema de su escudo papal, “In illo uno unum” (En Él somos uno), inspirado en San Agustín, subraya su visión de unidad en la fe. Con estas acciones, León XIV parece enviar un mensaje claro: su pontificado buscará fortalecer los lazos dentro de la Iglesia, empezando por sus propias raíces agustinas.
A medida que avanza su pontificado, los fieles y observadores esperan más detalles sobre cómo León XIV abordará los desafíos globales de la Iglesia. Por ahora, su cercanía con los agustinos y su estilo sobrio marcan el inicio de un papado que promete ser profundamente humano y espiritual.