El Aeropuerto de Nuevo Casas Grandes, Chihuahua, ha reprobado una inspección estatal que pone en evidencia serias deficiencias en su operación. La Comandancia del Aeropuerto Internacional de Juárez identificó 11 fallas graves que comprometen la seguridad y el funcionamiento del lugar.
Las autoridades han dado un ultimátum al municipio: 90 días para corregir estas irregularidades. De no cumplirse, el aeropuerto podría enfrentar sanciones o incluso la suspensión de operaciones, afectando a los habitantes de la región noroeste del estado.
Entre las fallas detectadas se encuentran problemas en la infraestructura, falta de mantenimiento en áreas críticas y deficiencias en los protocolos de seguridad. Estas irregularidades no solo afectan la operatividad, sino que representan un riesgo para pasajeros y trabajadores.
El municipio, encabezado por la alcaldesa Ivonne de la Hoya, ahora enfrenta el reto de atender estas fallas en un plazo récord. La administración local ha sido señalada por no priorizar el mantenimiento de esta instalación clave para la conectividad de la zona.
La inspección estatal también reveló que el aeropuerto no cumple con varias normativas federales, lo que podría escalar el problema a instancias nacionales. Esto pone en entredicho la capacidad de gestión del gobierno municipal para manejar infraestructura estratégica.
La situación ha generado preocupación entre los habitantes de Nuevo Casas Grandes, quienes dependen del aeropuerto para viajes de trabajo, emergencias médicas y conexión con otras ciudades. La posibilidad de un cierre temporal es una amenaza real si no se actúa con rapidez.
Mientras tanto, la Comandancia del Aeropuerto Internacional de Juárez ha anunciado que mantendrá una supervisión estricta durante los próximos tres meses. Cualquier incumplimiento podría derivar en medidas drásticas, según informaron las autoridades.
Este caso pone de manifiesto los retos que enfrentan los municipios pequeños para mantener infraestructura crítica en buen estado. La presión está ahora sobre las autoridades locales para evitar un colapso en el servicio aéreo de la región.
La comunidad espera respuestas claras y acciones inmediatas para garantizar que el aeropuerto cumpla con los estándares necesarios. Por ahora, el futuro de esta terminal aérea sigue en el aire, a la espera de soluciones concretas.