Una aerolínea de bajo costo, Avelo Airlines, comenzó a operar vuelos de deportación para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos desde Arizona, desatando una ola de críticas y protestas. Los vuelos, que iniciaron el lunes, parten del Aeropuerto Mesa Gateway, en las afueras de Phoenix, y son parte de un contrato con el Departamento de Seguridad Nacional.
Avelo Airlines, con sede en Houston, utilizará tres aviones Boeing 737-800 para transportar a personas deportadas, ya sea a centros de detención en Estados Unidos o a sus países de origen. La decisión ha generado controversia, especialmente porque es inusual que una aerolínea comercial de pasajeros se involucre directamente en este tipo de operaciones.
La medida se enmarca en la política migratoria del presidente Donald Trump, quien ha prometido deportaciones masivas. El Congreso de Estados Unidos ya discute un proyecto de ley para financiar la expulsión de un millón de inmigrantes al año y la detención de 100,000 personas en centros migratorios, lo que ha intensificado el debate sobre el tema.
Organizaciones de derechos humanos han denunciado las condiciones de estos vuelos, calificándolas de inhumanas. Los migrantes suelen viajar esposados, y los auxiliares de vuelo tienen prohibido ofrecerles alimentos o bebidas, lo que ha generado indignación entre activistas y pasajeros.
El sindicato de asistentes de vuelo de Avelo también expresó su preocupación. Según la Asociación de Asistentes de Vuelo-CWA, evacuar un avión lleno de personas encadenadas en una emergencia sería casi imposible dentro del estándar federal de 90 segundos, lo que representa un riesgo para la seguridad.
Una petición en Change.org, que ya supera las 30,000 firmas, exige boicotear a Avelo Airlines hasta que cese estos vuelos. Los firmantes argumentan que la aerolínea, conocida por sus tarifas accesibles, está traicionando a sus clientes al involucrarse en un tema tan sensible.
A diferencia de otras empresas en el negocio de las deportaciones, como los proveedores de centros de detención, Avelo depende de su imagen pública. Esta decisión podría alejar a clientes, especialmente en un contexto donde otras marcas han evitado asociarse con políticas migratorias controvertidas.
Mesa, un suburbio de Phoenix con 500,000 habitantes, es uno de los cinco centros de operaciones de ICE Air, la red de transporte aéreo para deportaciones. En los últimos 12 meses, ICE Air operó casi 8,000 vuelos, aunque la mayoría son manejados por aerolíneas chárter, no comerciales como Avelo.
Tom Cartwright, de la organización Witness at the Border, señaló que la participación de una aerolínea comercial en estas operaciones es poco común. Históricamente, ICE ha trabajado con intermediarios que contratan aerolíneas chárter, lo que hace que la decisión de Avelo sea aún más polémica.
El futuro de estos vuelos sigue siendo incierto, pero la controversia está lejos de apagarse. Mientras Avelo defiende su contrato como una oportunidad de negocio, las críticas de activistas, sindicatos y pasajeros continúan creciendo, poniendo a la aerolínea en el centro de un debate migratorio cada vez más polarizado.

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Aerolínea de bajo costo inicia vuelos de deportación desde Arizona en medio de controversia
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