Decenas de trabajadores de la Aduana de Manzanillo, Colima, iniciaron un paro laboral indefinido desde las primeras horas del lunes 12 de mayo, bloqueando los accesos al puerto más importante del Pacífico mexicano. La manifestación, que ha detenido el movimiento de mercancías, responde a denuncias de jornadas laborales extenuantes y condiciones de trabajo indignas.
Los empleados, vestidos de negro y con pancartas, exigen jornadas de trabajo justas y el fin del acoso laboral. Según los manifestantes, las jornadas superan las 16 horas diarias, sin pago de horas extras ni descansos adecuados. Esta situación, aseguran, genera un ambiente de estrés constante que afecta su salud y vida familiar.
La protesta también apunta al nuevo titular de la aduana, Rodolfo Torres Chávez, quien asumió el cargo el pasado 15 de abril. Los trabajadores lo acusan de presionar a empleados para forzar renuncias sin justificación y de imponer condiciones laborales abusivas. Algunos incluso han denunciado amenazas directas para quienes se niegan a cumplir con las largas jornadas.
El paro ha generado un caos logístico en el puerto, con cientos de camiones de carga varados en los accesos. La Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona) Manzanillo informó que ha implementado un operativo para atender a los conductores atrapados, proporcionando agua y atención médica. Sin embargo, las operaciones de carga y descarga permanecen detenidas, afectando el comercio nacional e internacional.
Los manifestantes han llevado su caso a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), donde presentaron una queja el pasado 9 de mayo. Hasta el momento, no han recibido respuesta, lo que los llevó a intensificar sus acciones con este bloqueo. Aseguran que no levantarán el paro hasta que las autoridades federales atiendan sus demandas.
Omar Chávez, vocero de los trabajadores, destacó que son conscientes del impacto económico de la protesta, pero afirmó que no tienen otra opción para hacerse escuchar. Los empleados no buscan aumentos salariales, sino condiciones laborales dignas, respeto a la jornada de ocho horas y un trato humano por parte de las autoridades aduaneras.
La Asipona Manzanillo aseguró que las operaciones en los muelles continúan de manera normal, pero reconoció que los accesos al puerto están bloqueados. La autoridad portuaria se mantiene a la expectativa de las negociaciones entre los trabajadores y la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), aunque no se ha establecido un plazo para resolver el conflicto.
Este paro se suma a las crecientes tensiones en el puerto de Manzanillo, un punto estratégico para el comercio en México. En los últimos años, el puerto ha enfrentado acusaciones de ineficiencias, saturación y presiones de grupos criminales, lo que complica aún más la situación para los trabajadores y las operaciones logísticas.
Mientras el conflicto continúa, los ojos están puestos en las autoridades federales y en la respuesta que darán a las demandas de los trabajadores. El paro en Manzanillo no solo afecta a los empleados de la aduana, sino también a miles de personas que dependen de la actividad portuaria para sus ingresos y el comercio en el país.
La situación en Manzanillo pone en evidencia los retos que enfrentan los trabajadores en sectores clave de la economía mexicana. La resolución de este conflicto será crucial para garantizar la estabilidad en uno de los puertos más importantes de América Latina.

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Trabajadores de la Aduana de Manzanillo paralizan el puerto en protesta por abusos laborales
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