La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, y su esposo, Carlos Torres, enfrentan un revés inesperado: el gobierno de Estados Unidos les revocó sus visas de no inmigrante. La noticia, dada a conocer por ambos a través de redes sociales, ha generado una ola de especulaciones y críticas, especialmente por la falta de claridad sobre las razones detrás de esta medida.
Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado y figura prominente de Morena, no tardó en reaccionar. En una conferencia de prensa, calificó la decisión de Estados Unidos como “arbitraria” y sugirió que podría estar relacionada con Carlos Torres, esposo de la gobernadora, aunque no ofreció detalles concretos. Sus declaraciones han avivado el debate sobre si esta acción tiene motivaciones políticas o administrativas.
Marina del Pilar, por su parte, defendió la integridad de su esposo, asegurando que siempre ha actuado con compromiso hacia Baja California. En un mensaje en redes sociales, la gobernadora expresó confianza en que la situación se resolverá favorablemente, pero no proporcionó información específica sobre las causas de la revocación, lo que ha alimentado las especulaciones.
Carlos Torres, coordinador de Proyectos Estratégicos en Tijuana y militante de Morena, también se pronunció. Aseguró que la revocación de su visa responde a “disposiciones internas” del Departamento de Estado de EU, y enfatizó que no enfrenta ninguna investigación penal, ni en México ni en el extranjero. Sin embargo, lamentó que la medida haya alcanzado a su esposa.
El caso ha generado reacciones encontradas. Mientras Morena cierra filas en apoyo a la gobernadora, acusando a la oposición de aprovechar la situación para atacarla, el PAN en el Senado exige transparencia. Los legisladores panistas argumentan que la ciudadanía merece saber las razones detrás de esta decisión, dado el impacto que podría tener en la relación bilateral con Estados Unidos.
Fernández Noroña fue más allá en sus críticas, acusando al gobierno estadounidense de actuar de manera unilateral y sin justificación clara. También señaló a la derecha mexicana por orquestar una campaña de difamación contra Marina del Pilar, utilizando la revocación de las visas para insinuar vínculos con actividades ilícitas, algo que Morena ha rechazado categóricamente.
La gobernadora, quien asumió el cargo en 2021, ha destacado que este episodio ocurre en un contexto binacional complejo. Aseguró que continuará gobernando con “el corazón por delante” y que su administración no se detendrá ante este obstáculo. Sin embargo, la falta de una explicación oficial por parte de Estados Unidos mantiene el caso envuelto en incertidumbre.
Este no es el primer incidente de este tipo en la región. En 2009, el exalcalde de Tijuana, Jorge Hank Rhon, también perdió su visa estadounidense, lo que marcó un precedente en la política de Baja California. La revocación de visas a figuras públicas suele interpretarse como una señal de advertencia, aunque las razones específicas rara vez se hacen públicas.
La controversia llega en un momento delicado para la relación México-Estados Unidos, con temas como la seguridad y el comercio en el centro de la agenda. La reunión reciente de Marina del Pilar con el cónsul estadounidense en Tijuana, donde se discutieron temas de cooperación, contrasta con esta decisión, lo que añade más preguntas al caso.
Mientras las autoridades estadounidenses guardan silencio, el futuro de las visas de Marina del Pilar y Carlos Torres sigue en el aire. La resolución de este caso podría tener implicaciones no solo para la gobernadora, sino también para la dinámica política en Baja California y la relación con el vecino del norte.

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Retiro de visa a gobernadora de Baja California desata polémica: ¿Decisión arbitraria de EU o algo más?
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