En Nuevo León, la Secretaría de Movilidad y Planeación Urbana ha puesto sobre la mesa una propuesta que busca aliviar el congestionamiento vial en la zona metropolitana: implementar carriles de alta ocupación en 23 avenidas principales. La idea es destinar carriles exclusivos para vehículos con dos o más pasajeros, una medida que, según las autoridades, podría reducir el tráfico y fomentar el uso compartido de automóviles.
La iniciativa surge en un contexto donde avenidas como Constitución, Morones Prieto, Paseo de los Leones y Garza Sada enfrentan saturación diaria, especialmente en horas pico. Con más de 2 millones de automovilistas circulando en el estado, el gobierno busca alternativas para mejorar la movilidad en municipios como Monterrey, San Pedro, Guadalupe y Apodaca, donde el tráfico se ha convertido en una pesadilla para los conductores.
Los carriles de alta ocupación, también conocidos como carriles HOV (High Occupancy Vehicle), ya se utilizan en ciudades como Los Ángeles y Toronto. En Nuevo León, se planea que estos carriles operen en horarios específicos, principalmente de 6:00 a 9:00 de la mañana y de 5:00 a 8:00 de la noche, cuando el flujo vehicular es más intenso. Las autoridades aseguran que esta medida incentivará a los ciudadanos a compartir vehículos, reduciendo el número de autos en las calles.
Sin embargo, la propuesta no está exenta de críticas. Expertos en movilidad, como Raúl Salinas Jiménez, advierten que la implementación requiere estudios detallados de ingeniería vial para evitar complicaciones, como las vistas con los carriles de contraflujo. En el pasado, medidas similares han generado confusión entre los automovilistas y, en algunos casos, han empeorado el tráfico en lugar de aliviarlo.
Otro punto de preocupación es la vigilancia. Las autoridades han propuesto multas de entre 700 y 2,100 pesos para quienes utilicen los carriles de alta ocupación sin cumplir con el requisito de llevar dos o más pasajeros. Para garantizar el cumplimiento, se planea instalar cámaras de vigilancia y aumentar la presencia de agentes de tránsito, aunque no se ha aclarado cómo se financiará esta infraestructura.
La propuesta también contempla beneficios para el medio ambiente. Al reducir el número de vehículos en circulación, se espera disminuir las emisiones de gases contaminantes, un problema creciente en la zona metropolitana. Sin embargo, algunos ciudadanos dudan de la efectividad de la medida, argumentando que la falta de transporte público eficiente podría limitar su impacto.
En redes sociales, las opiniones están divididas. Mientras algunos automovilistas ven con buenos ojos la idea de carriles exclusivos, otros temen que la medida genere más caos si no se implementa correctamente. La experiencia con carriles de contraflujo, que en ocasiones han complicado la vialidad, alimenta el escepticismo de quienes transitan diariamente por las congestionadas avenidas.
El gobierno estatal ha prometido realizar consultas ciudadanas y estudios de factibilidad antes de poner en marcha los carriles de alta ocupación. Por ahora, la propuesta está en fase de análisis, y se espera que en los próximos meses se definan las avenidas específicas y los detalles operativos. La movilidad en Nuevo León sigue siendo un desafío, y esta iniciativa podría ser un paso hacia la solución, o un nuevo dolor de cabeza para los conductores.

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Proponen carriles de alta ocupación en Nuevo León: ¿Solución o nuevo caos vial?
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