En un nuevo golpe al narcotráfico, agentes de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos detuvieron a una joven estadounidense de 25 años que intentó ingresar 12.7 kilogramos de cocaína al país. El incidente ocurrió en el puerto de entrada Marcelino Serna, en Tornillo, Texas, cerca de la frontera con México.
La detención se llevó a cabo el 9 de mayo alrededor de la 1:30 de la tarde, cuando la mujer llegó desde México conduciendo un Nissan Titan 2013. Los oficiales de la CBP, alertados por el comportamiento del vehículo, decidieron realizar una inspección secundaria.
Un agente canino entrenado fue clave en el operativo. El perro detector de narcóticos marcó el vehículo, lo que llevó a los oficiales a profundizar en la revisión. Tras una búsqueda minuciosa, encontraron algo sorprendente.
Ocultos en el hueco de una rueda y en el tablero del vehículo, los agentes descubrieron 14 paquetes envueltos en papel aluminio. Al analizar el contenido, confirmaron que se trataba de cocaína, con un peso total de 12.7 kilogramos.
Eric Fernández, director del puerto Marcelino Serna, destacó la importancia de esta incautación. Según sus declaraciones, esta cantidad significativa de droga no llegó a su destino, lo que representa un duro golpe al tráfico ilícito.
La mujer fue arrestada de inmediato y entregada al Departamento de Seguridad Pública de Texas. Ahora enfrenta cargos estatales por intento de contrabando de sustancias controladas, un delito grave que podría llevarla a prisión.
Este caso pone en evidencia los retos que enfrentan las autoridades en la frontera. A pesar de los esfuerzos por reforzar la seguridad, los intentos de cruzar drogas hacia Estados Unidos no cesan, alimentando un problema que afecta a ambos lados de la línea.
El decomiso en Tornillo es una muestra más de cómo la vigilancia y la tecnología, combinadas con el trabajo de agentes capacitados, logran frenar el flujo de narcóticos. Sin embargo, la lucha contra el narcotráfico sigue siendo una batalla constante.