Un nuevo caso de inseguridad sacude la Ciudad de México. Un guardia de seguridad, encargado de proteger una agencia de automóviles en la alcaldía Miguel Hidalgo, fue detenido tras robar más de 300 mil pesos de una caja fuerte. El hecho, ocurrido en la colonia Anzures, pone en evidencia la vulnerabilidad de los negocios ante la delincuencia, incluso de quienes deberían garantizar su protección.
El detenido, un hombre de 36 años que trabajaba como vigilante nocturno, aprovechó la soledad de la noche para forzar la caja fuerte de la agencia. Según los reportes, utilizó herramientas encontradas en el lugar, incluyendo un taladro y llaves, para abrir la bóveda y sustraer el dinero en efectivo. La audacia del ladrón no tuvo límites, pues actuó sin temor a ser descubierto.
La situación escaló cuando la encargada de la agencia, una mujer de 49 años, escuchó ruidos extraños provenientes de la oficina donde se encontraba la caja fuerte. Al intentar confrontar al guardia, este la amenazó y la encerró en una oficina para evitar que interfiriera. La víctima, atrapada, tuvo que pedir ayuda a su esposo, quien llegó al lugar y logró retener al ladrón hasta la llegada de la policía.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México respondieron al llamado de emergencia. Al llegar, encontraron la caja fuerte dañada y abierta, con evidentes signos de haber sido forzada. Tras una revisión, los agentes hallaron en posesión del guardia una mochila con 330 mil 120 pesos en efectivo, un teléfono celular y las herramientas utilizadas para el robo.
El esposo de la encargada jugó un papel clave en la detención. Al llegar al lugar, impidió que el vigilante huyera, enfrentándolo hasta que las autoridades tomaron el control de la situación. Este acto de valentía permitió que el delincuente no escapara con el botín, aunque deja preguntas sobre la seguridad de los empleados en estos negocios.
El detenido fue puesto a disposición del Ministerio Público, donde se determinará su situación legal. Las autoridades han iniciado una carpeta de investigación para esclarecer los hechos y determinar si el guardia actuó solo o en complicidad con otros. Por ahora, no se ha revelado si el hombre tenía antecedentes penales o si era la primera vez que cometía un delito.
Este robo no es un caso aislado. En los últimos años, las agencias de autos en la Ciudad de México han sido blanco de la delincuencia, desde asaltos armados hasta fraudes y robos internos. La falta de medidas de seguridad efectivas y la aparente impunidad en estos casos generan preocupación entre los empresarios y ciudadanos.
La alcaldía Miguel Hidalgo, una de las zonas más transitadas y comerciales de la capital, enfrenta un aumento en los índices de inseguridad. Robos a negocios, asaltos a transeúntes y otros delitos van en ascenso, mientras las autoridades parecen incapaces de frenar esta ola de violencia. Los habitantes de la zona exigen respuestas y acciones concretas.
El incidente deja en claro que ni siquiera los guardias de seguridad, quienes deberían ser un pilar de protección, son inmunes a la tentación del crimen. La confianza en estos servicios está en entredicho, y los negocios ahora enfrentan el reto de reforzar sus medidas de seguridad para evitar ser víctimas de sus propios empleados.
Mientras tanto, la ciudadanía se pregunta: ¿hasta cuándo seguirán aumentando los robos en la capital? Este caso es una muestra más de la crisis de inseguridad que azota a la Ciudad de México, donde ni los negocios ni los ciudadanos se sienten seguros ante la delincuencia que no da tregua.