El Fondo de Riqueza de Noruega, el más grande del mundo, ha decidido vender todas sus inversiones en renta fija de Petróleos Mexicanos (Pemex), una decisión que pone en el ojo del huracán a la petrolera estatal mexicana. La razón detrás de esta drástica medida es el riesgo inaceptable de corrupción que el fondo ha identificado en la empresa, según un comunicado oficial.
Las investigaciones del Consejo de Ética del fondo noruego han revelado que Pemex podría estar vinculada a múltiples acusaciones de corrupción en México, abarcando un periodo de casi dos décadas, desde 2004 hasta 2023. Este lapso cubre los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, lo que evidencia una problemática estructural en la empresa.
El informe del Consejo de Ética destaca que un número significativo de empleados de Pemex, incluyendo a un ex alto ejecutivo, habrían recibido sobornos en diversas ocasiones. Aunque no se mencionan nombres específicos, el caso de Emilio Lozoya, exdirector de Pemex procesado por el escándalo de Odebrecht, resuena como uno de los más emblemáticos en los últimos años.
La decisión del fondo noruego no solo representa un golpe financiero para Pemex, sino que también pone en entredicho la transparencia y la gestión de una de las empresas más importantes de México. La petrolera, que ya enfrenta desafíos por su elevada deuda y problemas operativos, ahora debe lidiar con esta nueva sombra sobre su reputación.
El Consejo de Ética también expresó preocupación por la influencia política dentro de Pemex, señalando que esta dinámica aumenta el riesgo de que los mecanismos de control internos no funcionen adecuadamente. Este factor, según el fondo, agrava la percepción de un entorno propicio para prácticas corruptas.
A pesar de que Pemex cuenta con un sistema anticorrupción que, en teoría, se alinea con estándares internacionales, el fondo noruego señaló que no hay suficiente evidencia de que este sistema sea efectivo en la práctica. Esta falta de claridad ha sido un elemento clave en la decisión de retirar las inversiones.
La salida del fondo soberano de Noruega, que administra activos por 1.8 billones de dólares y posee alrededor del 1.5% de las acciones cotizadas a nivel global, envía una señal alarmante al mercado internacional. La decisión podría influir en otros inversionistas y complicar aún más la situación financiera de Pemex.
Hasta el momento, Pemex no ha emitido una respuesta oficial a las acusaciones ni a la decisión del fondo noruego. La falta de comentarios por parte de la petrolera solo intensifica las dudas sobre su capacidad para enfrentar este nuevo capítulo de controversia.
Este episodio reaviva el debate sobre la necesidad de reformas profundas en las empresas estatales de México, especialmente en un contexto donde la confianza de los inversionistas extranjeros es crucial para la estabilidad económica del país. La corrupción, una vez más, se posiciona como un obstáculo para el desarrollo de Pemex.
La retirada del fondo noruego no solo es un revés económico, sino también un recordatorio de los desafíos que enfrenta México en su lucha contra la corrupción. La pregunta ahora es cómo responderá el gobierno y qué medidas tomará Pemex para recuperar la confianza perdida.

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Fondo noruego abandona Pemex por escándalo de corrupción que sacude a México
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