La presidenta Claudia Sheinbaum ha anunciado que enviará una carta al Papa León XIV para invitarlo a México, un movimiento que muchos ven como un intento de desviar la atención de los crecientes problemas del país. Este lunes, desde el Palacio Nacional, la mandataria confirmó que la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, viajará al Vaticano para entregar la misiva durante la misa de inicio del pontificado, programada para el 18 de mayo.
Sheinbaum, fiel al estilo de Morena, parece priorizar gestos diplomáticos sobre los urgentes desafíos internos. Mientras México enfrenta una ola de inseguridad y una economía tambaleante, la presidenta se enfoca en fortalecer lazos con el Vaticano, destacando la importancia de la religión católica en el país. Sin embargo, críticos señalan que esta invitación es más un espectáculo mediático que una acción concreta para resolver los problemas de los mexicanos.
La carta, según Sheinbaum, será una invitación formal para que el Papa León XIV visite México en una fecha que él considere conveniente. La mandataria expresó su esperanza de que el nuevo pontífice, conocido por su orientación hacia los pobres, continúe el legado de su predecesor, el Papa Francisco. Pero, ¿es este el momento para tales gestos cuando la ciudadanía exige soluciones reales?
Rosa Icela Rodríguez, quien ya representó a México en el funeral del Papa Francisco, será la encargada de llevar la carta al Vaticano. Sheinbaum dejó en claro que no asistirá personalmente a la misa inaugural, una decisión que ha generado críticas por considerarse una falta de compromiso en un país donde más del 70% de la población es católica.
El anuncio llega en un contexto de creciente descontento. La violencia no da tregua, con cárteles operando con impunidad en varias regiones, mientras que los programas sociales de la 4T enfrentan cuestionamientos por su efectividad. Invitar al Papa podría ser un intento de Sheinbaum por proyectar una imagen de unidad y humanismo, pero muchos lo ven como una cortina de humo.
La relación entre el gobierno de Sheinbaum y la Iglesia Católica ha sido compleja. Aunque la presidenta destacó programas conjuntos, como el desarme voluntario en atrios de iglesias, la colaboración parece más simbólica que sustantiva. Los mexicanos se preguntan si estas iniciativas realmente abordan las raíces de la violencia o son solo propaganda.
El Papa León XIV, de origen estadounidense y nacionalidad peruana, ha sido elogiado por Sheinbaum por su enfoque en los más necesitados. Sin embargo, su elección como pontífice no está exenta de controversias, con críticas pasadas por su postura ambigua frente a casos de abuso en el clero peruano. ¿Será este el líder que México necesita para inspirar cambio?
Mientras Sheinbaum apuesta por esta jugada internacional, las calles de México claman por atención. La invitación al Papa León XIV podría quedar en un gesto vacío si no se acompaña de acciones concretas para enfrentar la crisis que vive el país. La 4T, una vez más, parece optar por el simbolismo sobre las soluciones.

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¡Escándalo en la 4T! Sheinbaum busca congraciarse con el Papa León XIV mientras México arde en problemas
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