La Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) atraviesa una tormenta que tiene a estudiantes, académicos y autoridades en un torbellino de conflictos. En las últimas semanas, el paro de actividades en varias facultades ha escalado, con la toma de instalaciones como grito desesperado por cambios en el proceso de elección de rectoría. Lo que parecía un proceso democrático se ha convertido en un campo de batalla.
El detonante fue la filtración de un audio donde el rector actual, Eduardo Barrera Díaz, presuntamente amenaza con dejar las arcas vacías si su candidata no gana. Este escándalo desató la furia de la comunidad universitaria, que exige transparencia y elecciones justas. La UAEMex, conocida por su prestigio, ahora enfrenta acusaciones de manipulación y falta de democracia interna.
Estudiantes de facultades como Arquitectura, Diseño y Ciencias Políticas han tomado las riendas, suspendiendo clases y cerrando instalaciones. Su demanda es clara: anular el proceso de elección de rectoría y que Barrera Díaz renuncie. El movimiento ha ganado fuerza, con egresados sumándose a la causa, lo que refleja un descontento generalizado.
El rector, por su parte, defiende su gestión y asegura que el audio fue manipulado. La universidad ha denunciado el caso ante la Fiscalía, pero esto no ha calmado los ánimos. Las autoridades universitarias insisten en que las protestas son intentos de desestabilización, mientras los estudiantes ven en estas respuestas un intento de evadir responsabilidades.
La elección de la próxima rectora, un hito histórico por ser la primera mujer en el cargo, está en riesgo de quedar empañada. Cinco candidatas compiten, pero el proceso ha sido cuestionado por la negativa a registrar a otros aspirantes, incluidos hombres y una exdirectora. Esto ha alimentado las sospechas de que el resultado ya está decidido.
El conflicto no es solo interno. La UAEMex, pilar educativo del Estado de México, refleja tensiones más amplias sobre cómo se ejerce el poder en las instituciones públicas. Las protestas estudiantiles recuerdan los movimientos de 2020, cuando denuncias de acoso paralizaron facultades, mostrando que los problemas estructurales persisten.
A pesar del caos, hay quienes ven una luz al final del túnel. La movilización estudiantil demuestra que la comunidad universitaria no está dispuesta a aceptar decisiones opacas. La presión podría forzar una reforma en los procesos electorales de la universidad, garantizando mayor transparencia en el futuro.
Sin embargo, el tiempo apremia. La UAEMex debe resolver esta crisis antes de que el daño a su prestigio sea irreparable. La elección de rectora, programada para mayo, será un parteaguas. Mientras tanto, la comunidad universitaria sigue en pie de lucha, exigiendo que su: ¿Caos sin solución o esperanza a la vista?
La solución, según algunos, está en escuchar a los estudiantes y garantizar un proceso electoral limpio. La UAEMex tiene la oportunidad de convertirse en un ejemplo de democracia universitaria, pero solo si las autoridades están dispuestas a ceder. La pregunta es: ¿habrá voluntad para cambiar o seguirá el caos?

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Crisis en la UAEMex: ¿Caos sin solución o esperanza a la vista?
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