En un operativo sorpresa en General Bravo, Nuevo León, autoridades detuvieron a dos mujeres que viajaban en un autobús con droga oculta entre sus pertenencias. El hallazgo destapa, una vez más, la alarmante presencia del narcotráfico en las carreteras del estado.
La detención ocurrió en un puesto de revisión en la carretera Monterrey-Reynosa, donde elementos de la Fuerza Civil inspeccionaron el vehículo. Las mujeres, cuya identidad no ha sido revelada, llevaban paquetes con sustancias ilícitas, presuntamente cristal y marihuana, escondidos en compartimentos de su equipaje.
Según las autoridades, las detenidas no opusieron resistencia, pero su nerviosismo durante la inspección levantó sospechas. Los paquetes fueron confiscados y enviados a análisis para confirmar la cantidad y tipo de droga, mientras las mujeres fueron puestas a disposición del Ministerio Público.
Este caso se suma a una serie de detenciones recientes en Nuevo León, donde el narcomenudeo parece ganar terreno. Solo en lo que va de 2025, el estado ocupa el tercer lugar nacional en arrestos por este delito, detrás de Guanajuato y Coahuila.
La facilidad con la que los traficantes utilizan el transporte público para mover droga pone en evidencia las fallas en los controles de seguridad. Autobuses, taxis y hasta vehículos particulares son usados como mulas para distribuir sustancias ilegales en la región.
El gobierno estatal ha prometido reforzar los operativos en carreteras, pero los resultados parecen insuficientes. La ciudadanía exige medidas más efectivas para frenar la ola de inseguridad que acompaña al narcomenudeo.
Las autoridades no han aclarado si las detenidas forman parte de una red más amplia o si actuaban de manera independiente. Sin embargo, el modus operandi sugiere una operación bien planeada, lo que preocupa a las fuerzas del orden.
Este nuevo golpe al narcomenudeo deja claro que la lucha contra el tráfico de drogas está lejos de terminarse. Mientras tanto, General Bravo y otros municipios de Nuevo León siguen en la mira de los cárteles que buscan controlar el mercado local.
La investigación sigue en curso, y se espera que en las próximas horas se revele más información sobre el destino de las detenidas y el alcance de sus actividades. Por ahora, el caso es una advertencia más de la crisis de seguridad que azota al estado.