La carretera México 15, que conecta Culiacán con Sonora, se ha transformado en un escenario de guerra. Enfrentamientos entre facciones del Cártel de Sinaloa, específicamente “Los Chapitos” y “Los Mayos”, han desatado una ola de violencia que mantiene en vilo a la región. Balaceras y persecuciones han marcado esta vía clave desde el pasado 4 de mayo.
El conflicto se centra en el control de la ruta hacia Sonora, un corredor estratégico para el trasiego de drogas hacia la frontera con Estados Unidos. Las células de Aureliano Guzmán Loera, alias “El Guano”, y Fausto Isidro Meza Flores, conocido como “Chapo Isidro”, han vigilado esta zona por años. Ahora, aliados de “Los Mayos”, se enfrentan a “Los Chapitos”, quienes buscan abrir paso al tráfico de estupefacientes por Baja California y Sonora.
El epicentro de los choques armados está en Culiacán, pero la violencia se ha extendido. Mazatlán, Cosalá y la zona sur de Sinaloa también reportan enfrentamientos. La intensidad de los combates ha obligado a las autoridades a desplegar un operativo masivo en la región, aunque los resultados parecen insuficientes frente a la magnitud del problema.
Unos 400 elementos militares, de la Guardia Nacional y de la Policía Estatal han sido enviados a la zona. Desde Culiacán hasta los límites con Sonora, las fuerzas de seguridad intentan contener la situación. Sin embargo, los enfrentamientos no cesan, y la carretera México 15 sigue siendo un punto crítico de inseguridad.
La lucha entre “Los Chapitos” y “Los Mayos” no es nueva, pero su escalada reciente pone en evidencia la fragilidad del control gubernamental en Sinaloa. Ambas facciones buscan consolidar su poder en un territorio clave para el narcotráfico, dejando a la población civil atrapada en el fuego cruzado.
Las autoridades han confirmado que los enfrentamientos han dejado un saldo indeterminado de víctimas. La falta de información precisa sobre muertos y heridos genera incertidumbre entre los habitantes de la región. Mientras tanto, los operativos de seguridad no logran frenar la violencia que se desata a diario.
La carretera México 15, antes una vía de conexión vital, ahora es sinónimo de peligro. Los habitantes de las comunidades cercanas viven con temor, mientras los cárteles disputan cada kilómetro de la ruta. La ausencia de una estrategia efectiva por parte del gobierno agrava la crisis.
Este episodio de violencia es un recordatorio de los retos que enfrenta México en materia de seguridad. La guerra entre facciones del Cártel de Sinaloa no solo afecta a Sinaloa, sino que amenaza con desestabilizar otras regiones del país. La situación en la México 15 es un reflejo de un problema que parece lejos de resolverse.