Un nuevo episodio de destrucción ha golpeado las unidades deportivas de Chihuahua, dejando bebederos y baños completamente destrozados. Los actos vandálicos, ocurridos en las últimas horas, han generado indignación entre los usuarios de estos espacios públicos, quienes exigen respuestas y medidas urgentes.
Según reportes, las áreas afectadas incluyen varias deportivas en colonias como Lealtad 2, Riberas de Sacramento y Punta Oriente. Los daños no se limitan a los bebederos; los baños han sido saqueados, con tuberías arrancadas y paredes rayadas, dejando las instalaciones prácticamente inservibles.
Vecinos y deportistas han expresado su frustración, señalando que estas unidades son esenciales para la recreación y el bienestar de la comunidad. Muchos han invertido tiempo y esfuerzo en mantener estos espacios, solo para verlos destruidos por actos irresponsables.
Las autoridades municipales han confirmado los hechos y aseguran que ya se realizan investigaciones para identificar a los responsables. Sin embargo, la falta de vigilancia en estas zonas ha sido un reclamo constante, y los ciudadanos cuestionan por qué no se han implementado medidas preventivas.
El costo de las reparaciones aún no ha sido calculado, pero se espera que sea significativo. Los recursos necesarios podrían destinarse a otros proyectos prioritarios, lo que agrava el impacto de estos actos vandálicos en la comunidad.
Este no es un caso aislado. En los últimos meses, otras instalaciones públicas en Chihuahua han sufrido daños similares, desde pintas hasta la destrucción de infraestructura. La situación pone en evidencia la necesidad de estrategias más efectivas para proteger estos espacios.
Usuarios de las deportivas han comenzado a organizarse, exigiendo mayor presencia policial y la instalación de cámaras de seguridad. La preocupación crece ante la posibilidad de que los responsables sigan actuando sin consecuencias.
Mientras tanto, las autoridades han prometido acelerar las reparaciones para devolver la funcionalidad a las deportivas. Sin embargo, la confianza de la ciudadanía está en entredicho, y muchos esperan acciones concretas para evitar que la impunidad siga reinando.
El impacto de estos actos va más allá de los daños materiales. La destrucción de espacios comunitarios afecta la convivencia y el acceso a actividades recreativas, especialmente para los jóvenes que buscan alternativas saludables.
La comunidad espera que este incidente marque un punto de inflexión y que las autoridades tomen medidas serias para proteger las deportivas y garantizar que sigan siendo un lugar seguro para todos.