En un golpe contra la tala clandestina, autoridades del Estado de México aseguraron más de mil rollos de madera en un operativo realizado en Coatepec Harinas. El decomiso, equivalente a 83 metros cúbicos, es uno de los más significativos en la región en los últimos meses.
El operativo fue llevado a cabo por la Secretaría de Seguridad del Estado de México, en conjunto con la Secretaría de la Defensa Nacional, la Guardia Nacional, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente. La acción se centró en zonas boscosas que han sido severamente afectadas por la explotación ilegal de recursos forestales.
La madera confiscada, principalmente de oyamel, es clave para la supervivencia de especies como la mariposa monarca, que depende de estos bosques para su migración. A pesar de la magnitud del decomiso, no se reportaron detenciones, lo que ha generado preguntas sobre la efectividad de estas operaciones para capturar a los responsables.
Coatepec Harinas, ubicado en el sur del estado, es una de las zonas críticas por la tala ilegal, junto con municipios como Ocuilan y Xalatlaco. Estas áreas forman parte de la región conocida como Cubio-Cruces, donde los bosques han sido devastados por actividades ilícitas durante años.
El gobierno estatal destacó que este tipo de operativos refleja su compromiso con la protección del medio ambiente. Sin embargo, la falta de personas detenidas en esta acción pone en duda si las estrategias actuales son suficientes para frenar a las redes detrás de la tala clandestina.
La colaboración entre los tres niveles de gobierno fue clave para el éxito del operativo. Las autoridades indicaron que la madera asegurada fue trasladada a un depósito de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente en Toluca, donde se determinará su origen y destino.
La tala ilegal no solo afecta los ecosistemas, sino también a las comunidades locales que dependen de los bosques para su sustento. La pérdida de árboles contribuye a la erosión del suelo, la disminución de agua y el deterioro de la calidad del aire en la región.
Organizaciones ambientalistas han señalado que, aunque los decomisos son un paso adelante, se necesita una estrategia más integral que incluya sanciones más duras y mayor vigilancia en las zonas afectadas. La presión sobre los bosques mexiquenses sigue siendo una amenaza constante.
Este operativo se suma a otros realizados en el Estado de México en los últimos meses, como los de Ocuilan y Santiago Tianguistenco, donde también se confiscaron cientos de piezas de madera. La lucha contra la tala clandestina continúa siendo un reto para las autoridades.
La preservación de los bosques es fundamental para el equilibrio ecológico y la protección de la biodiversidad. Acciones como esta buscan enviar un mensaje claro: los recursos naturales del país deben ser protegidos a toda costa.