Estados Unidos y China han reanudado las conversaciones para poner fin a la intensa guerra comercial que ha sacudido la economía global. Este fin de semana, altos funcionarios de ambos países se reunieron en Ginebra, Suiza, marcando un hito en los esfuerzos por reducir las tensiones arancelarias.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, calificó las negociaciones como productivas. Acompañado por el representante de Comercio, Jamieson Greer, destacó la diligencia de la delegación china, liderada por el viceprimer ministro He Lifeng. Las discusiones se extendieron durante dos días, con un enfoque claro en desescalar el conflicto.
La guerra comercial, intensificada por los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump, ha generado incertidumbre en los mercados mundiales. Estados Unidos aplicó gravámenes de hasta 145% a productos chinos, mientras que China respondió con aranceles de 125% a importaciones estadounidenses. Esta escalada ha afectado el comercio bilateral y generado temores de una recesión global.
Bessent señaló que ambas partes coinciden en que la situación actual no es sostenible. Las negociaciones en Ginebra se centraron en establecer una base para futuras discusiones, más que en alcanzar un acuerdo comercial definitivo. El objetivo inicial es reducir los aranceles y estabilizar las relaciones económicas entre las dos potencias.
El presidente Trump, por su parte, expresó optimismo sobre los avances. A través de sus redes sociales, mencionó que se estaba logrando un gran progreso e incluso sugirió la posibilidad de un reinicio total en las relaciones comerciales. Sin embargo, no proporcionó detalles específicos sobre los acuerdos alcanzados.
China, mientras tanto, ha mantenido una postura firme pero abierta al diálogo. El gobierno de Xi Jinping ha enfatizado que cualquier negociación debe basarse en igualdad y respeto mutuo. Pekín también anunció medidas para apoyar su economía, como rebajas en tasas de interés y estímulos fiscales, ante el impacto de los aranceles.
Los mercados globales han reaccionado con cautela a las noticias. Aunque las conversaciones son un paso positivo, los analistas advierten que aún hay un largo camino para resolver las disputas comerciales. La incertidumbre persiste, especialmente en sectores como la tecnología y la agricultura, que han sido los más afectados.
Las negociaciones en Ginebra han sido vistas como un esfuerzo por evitar una escalada mayor. Ambos países buscan restaurar la confianza en el comercio internacional, pero el éxito dependerá de la voluntad de ceder en puntos clave. Por ahora, el mundo observa con atención los próximos pasos en esta compleja relación económica.

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Gran avance en la guerra comercial: Estados Unidos y China logran progreso sustancial en negociaciones
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