En un mensaje que resonó en la Plaza de San Pedro, el Papa León XIV hizo un llamado urgente a la paz mundial. Desde el balcón central de la Basílica, ante miles de fieles, el nuevo pontífice pidió poner fin a los conflictos que azotan al planeta. Su voz se alzó con fuerza, recordando que la humanidad no puede seguir por el camino de la violencia.
El domingo 11 de mayo, León XIV lideró el rezo del Regina Coeli, una tradición que marcó su primera aparición pública tras ser elegido como líder de la Iglesia Católica. Unas 100 mil personas, según estimaciones de la Policía de Roma, se congregaron para escuchar sus palabras. El evento tuvo un significado especial, pues se celebró días después del 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.
El Papa centró su discurso en la necesidad de una paz duradera, especialmente en regiones como Ucrania y Gaza. Recordó las palabras de su predecesor, el Papa Francisco, quien describió el escenario actual como una “tercera guerra mundial en trozos”. León XIV instó a los líderes mundiales a actuar con responsabilidad y a priorizar el diálogo sobre la confrontación.
Con un tono sereno pero firme, el pontífice expresó su dolor por el sufrimiento de los pueblos afectados por la guerra. En particular, mencionó al pueblo ucraniano, pidiendo que se liberen los prisioneros de guerra y que los niños puedan regresar a sus hogares. Su mensaje fue claro: la humanidad debe aprender de las tragedias del pasado para construir un futuro sin violencia.
León XIV también hizo un llamado a los gobernantes para que busquen soluciones justas y auténticas. En el caso de Gaza, pidió un alto al fuego inmediato, subrayando que la paz no puede esperar. Sus palabras reflejaron una profunda preocupación por las víctimas de los conflictos y una esperanza en que el mundo pueda unirse en torno a valores compartidos.
El nuevo Papa, de origen estadounidense y con raíces peruanas, aprovechó la ocasión para conectar con los fieles. Habló del Evangelio del Buen Pastor, destacando la importancia de guiar a las comunidades con amor y compromiso. En este contexto, subrayó la necesidad de más vocaciones religiosas, invitando a los jóvenes a considerar un camino de servicio a la Iglesia.
La elección de León XIV, cuyo nombre secular es Robert Francis Prevost, ha generado expectativas en todo el mundo. Su trayectoria como obispo en Perú y su cercanía con las reformas del Papa Francisco lo posicionan como un líder de continuidad, pero con un estilo propio. Su primer mensaje dominical dejó claro que la paz será un pilar de su pontificado.
Este domingo también marcó la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, un momento que León XIV aprovechó para reflexionar sobre el papel de la Iglesia en el mundo actual. Antes del rezo, ofició una misa en las Grutas Vaticanas, junto a la tumba de San Pedro, en un gesto que simboliza su compromiso con la tradición y la fe.
El mensaje del Papa llega en un momento de tensiones globales, con conflictos que parecen no tener fin. Su llamado a la paz no solo busca inspirar a los fieles, sino también enviar una señal a los líderes políticos. León XIV parece decidido a usar su posición para abogar por un mundo más justo y humano.
Con su primer Regina Coeli, León XIV ha dejado una impresión profunda. Su mensaje, cargado de esperanza y determinación, invita a reflexionar sobre el rumbo de la humanidad. En un mundo marcado por la división, sus palabras son un recordatorio de que la paz es posible si se trabaja por ella.

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El Papa León XIV clama por un mundo sin guerras en su primer mensaje dominical
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