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Contaminación en Huixquilucan por un panteón clandestino: un problema que nadie atiende

En Huixquilucan, Estado de México, un panteón clandestino está causando serios problemas ambientales y de salud pública. Vecinos de la zona han denunciado que el sitio, ubicado en una área boscosa, genera contaminación en el suelo y el agua debido a la acumulación de restos humanos y desechos sin control.
El predio, que opera sin permisos oficiales, ha sido señalado como una amenaza para las comunidades cercanas. Los habitantes reportan olores fétidos y la presencia de plagas, lo que afecta su calidad de vida. Además, temen que el agua subterránea, vital para la región, esté siendo contaminada por filtraciones del lugar.
Las autoridades municipales, encabezadas por la alcaldesa Romina Contreras, han sido criticadas por no actuar con rapidez ante esta situación. Aunque el gobierno local presume avances en seguridad y obra pública, los vecinos aseguran que el problema del panteón clandestino ha sido ignorado durante meses.
Según los denunciantes, el sitio comenzó a ser utilizado de manera irregular hace más de un año. A pesar de las quejas presentadas ante la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México, no se han tomado medidas efectivas para clausurarlo o remediar el daño ambiental.
El impacto no solo es local. La zona boscosa afectada es parte de un ecosistema que ayuda a regular el clima y purificar el aire en el Valle de México. La deforestación y la contaminación en el área podrían tener consecuencias a largo plazo para toda la región.
Organizaciones ambientalistas han alzado la voz, exigiendo una investigación a fondo. Piden que se identifique a los responsables de operar el panteón clandestino y que se apliquen sanciones. También demandan un plan de restauración para recuperar el suelo y el agua contaminados.
Los vecinos, por su parte, están cansados de promesas vacías. Han organizado protestas para visibilizar el problema y presionan al gobierno municipal para que actúe. Aseguran que no descansarán hasta que el panteón sea clausurado y la zona saneada.
Mientras tanto, la incertidumbre crece. La falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades locales pone en riesgo la salud de miles de personas y el equilibrio ambiental de Huixquilucan. La pregunta que todos se hacen es cuánto tiempo más tendrán que esperar para ver soluciones reales.

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