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Trump y China negocian un “reinicio total” en reunión clave

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó como “muy buena” la reunión sostenida con China en Ginebra, Suiza, para abordar la guerra comercial que ha sacudido los mercados globales. Según el mandatario, se logró negociar un “reinicio total” de las relaciones comerciales en un ambiente “amistoso, pero constructivo”.
Las conversaciones, lideradas por el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, y el representante de Comercio, Jamieson Greer, junto al viceprimer ministro chino He Linfeng, marcaron el primer encuentro cara a cara tras meses de tensiones. Los aranceles impuestos por ambas naciones, que alcanzan el 145% en productos chinos y hasta el 125% en importaciones estadounidenses, han generado temores de una recesión global.
Trump destacó en su red social Truth Social que se discutieron múltiples temas, incluyendo la apertura del mercado chino a empresas estadounidenses. El presidente subrayó que las negociaciones buscan beneficiar a ambas economías, aunque insistió en que China debe ceder en prácticas comerciales que considera desleales.
Por su parte, el gobierno chino señaló que participar en estas negociaciones refleja su “sentido de responsabilidad”. A través de medios oficiales, Pekín expresó que un diálogo bilateral puede evitar malentendidos y promover acuerdos mutuamente beneficiosos. Sin embargo, no se ofrecieron detalles específicos sobre los avances concretos.
La guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo ha causado estragos en las cadenas de suministro y ha generado volatilidad en los mercados financieros. Desde abril, los aranceles han escalado, afectando productos que van desde electrónicos hasta materias primas esenciales como las tierras raras, vitales para la tecnología.
Trump, quien previamente había amenazado con mantener o aumentar los gravámenes, sugirió recientemente que reducir los aranceles al 80% podría ser una opción viable. Esta declaración, hecha un día antes de la reunión, marcó un cambio en su postura, delegando la decisión final a su equipo negociador.
Analistas advierten que el resultado de estas conversaciones es crucial para la economía global. Una desescalada en el conflicto podría aliviar las presiones sobre los consumidores y las empresas, que enfrentan precios más altos y escasez de productos debido a los aranceles.
A pesar del tono optimista de Trump, las negociaciones están lejos de concluir. Este primer día de diálogos en Ginebra es solo el comienzo de un proceso que podría extenderse, mientras ambas naciones buscan equilibrar sus intereses en un contexto económico incierto.
El impacto de estas discusiones no solo afecta a Estados Unidos y China, sino también a países como México, que dependen del comercio con ambas potencias. La resolución de este conflicto podría definir el rumbo de la economía mundial en los próximos años.
Por ahora, los mercados y los gobiernos de todo el mundo esperan señales claras de progreso. La reunión en Ginebra ha abierto una puerta al diálogo, pero el camino hacia un acuerdo definitivo aún está lleno de obstáculos.

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