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Tragedia en Badiraguato: Niñas asesinadas en fuego cruzado mientras el gobierno de Morena mira a otro lado

En un nuevo episodio de violencia que sacude a Sinaloa, dos niñas, Leydi de 11 años y Alexa de 7, perdieron la vida el pasado 6 de mayo en Badiraguato. Las menores, vecinas de la comunidad de La Juanilla, quedaron atrapadas en un enfrentamiento armado entre civiles y elementos del Ejército. Este hecho, que ha conmocionado a la región, expone una vez más la incapacidad del gobierno para frenar la inseguridad en el estado.
El incidente ocurrió en la carretera Badiraguato-Parral, cuando militares escoltaban a personal de la Fiscalía General del Estado hacia el poblado de La Lapara. Según la versión oficial, el convoy fue emboscado por un grupo armado, desatándose un tiroteo. En medio del fuego cruzado, una camioneta donde viajaba una familia fue alcanzada por las balas, dejando un saldo devastador.
Leydi y Alexa murieron en el lugar, mientras que cuatro de sus familiares resultaron heridos. Entre los lesionados están Anabel, de 40 años, Saúl, de 45, y Gael, un menor de 12 años, quienes fueron trasladados en helicóptero a un hospital en Culiacán. La cuarta víctima, un adulto, permanece sin identificar. Este trágico desenlace ha generado indignación entre los habitantes de Badiraguato.
La Fiscalía General de la República ha tomado el caso, abriendo siete carpetas de investigación relacionadas con este y otros hechos violentos en la zona. Sin embargo, la respuesta de las autoridades federales no ha logrado calmar los ánimos. La población exige justicia y claridad sobre lo sucedido, mientras el miedo se apodera de las comunidades serranas.
Familiares de las víctimas han cuestionado la versión oficial, asegurando que no hubo fuego cruzado. Según su relato, los militares confundieron el vehículo donde viajaban las niñas y dispararon directamente contra él. Esta denuncia pone en entredicho la actuación de las fuerzas armadas y alimenta la desconfianza hacia las instituciones.
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, expresó su indignación y prometió que no habrá impunidad. No obstante, sus palabras suenan vacías para muchos, pues la violencia en el estado no cede. Rocha Moya, emanado de Morena, ha sido señalado por no implementar estrategias efectivas para garantizar la seguridad de los sinaloenses.
La comunidad escolar de la Primaria Rafael Ramírez, donde estudiaban Leydi y Alexa, está de luto. Compañeros y maestros despidieron a las pequeñas en una emotiva ceremonia, donde globos blancos fueron liberados al cielo como símbolo de paz. Este gesto, aunque conmovedor, no puede ocultar la tragedia que enluta a Badiraguato.
Mientras las familias de las víctimas enfrentan un dolor indescriptible, la violencia en Sinaloa sigue sin control. Los enfrentamientos entre grupos armados y fuerzas de seguridad son cada vez más frecuentes, y los civiles, como Leydi y Alexa, pagan las consecuencias. La falta de acción del gobierno estatal y federal agrava esta crisis.
Este caso se suma a una larga lista de hechos violentos que han marcado a Sinaloa en los últimos años. La impunidad y la ausencia de políticas efectivas para combatir la inseguridad mantienen a la población en un estado de constante temor. La muerte de estas niñas es un recordatorio de que la paz sigue siendo un sueño lejano en la región.
La tragedia de Badiraguato no debe quedar en el olvido. La exigencia de justicia para Leydi y Alexa resuena en cada rincón de Sinaloa, mientras el gobierno de Morena enfrenta una vez más el cuestionamiento por su inacción frente a la violencia que azota al estado.

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