Un hecho sin precedentes sacudió el fútbol argentino durante el encuentro entre Rosario Central y Estudiantes de La Plata. Minutos antes del inicio del partido, correspondiente a los octavos de final del Torneo Apertura 2025, el árbitro Andrés Merlos fue alcanzado en la cabeza por una esquirla de fuegos artificiales. El incidente ocurrió en el Estadio Gigante de Arroyito, en medio de un recibimiento espectacular por parte de los hinchas de Rosario Central.
El momento fue captado por las cámaras de televisión que transmitían el encuentro. Mientras los jugadores salían al campo, rodeados de humo de bengalas y fuegos artificiales, Merlos se llevó las manos a la cabeza y cayó al suelo, visiblemente afectado. La escena generó preocupación inmediata entre los presentes, tanto en el estadio como entre los televidentes.
Rápidamente, el árbitro fue asistido por sus colegas y por el cuerpo médico de Estudiantes. Tras una breve evaluación, se determinó que Merlos no presentaba lesiones graves. Afortunadamente, el impacto no dejó secuelas significativas, y el juez pudo continuar con sus funciones tras unos minutos de incertidumbre.
El partido, que enfrentaba a dos equipos con aspiraciones en el torneo, comenzó con un ligero retraso, pero no se vio afectado en su desarrollo. Rosario Central y Estudiantes disputaron un duelo intenso, con ambos clubes buscando un lugar en los cuartos de final. Sin embargo, el incidente con Merlos se robó los reflectores y generó debate en las redes sociales.
Este suceso puso en el centro de la discusión la seguridad en los estadios argentinos. Los fuegos artificiales, aunque comunes en los recibimientos de los hinchas, representan un riesgo cuando no se manejan adecuadamente. En este caso, la esquirla que impactó al árbitro pudo haber tenido consecuencias más graves, lo que encendió las alarmas sobre las medidas de control en los eventos deportivos.
Por otro lado, un hecho curioso se sumó a la jornada. Durante el encuentro, un jugador realizó una broma en el test antidoping, lo que añadió un toque de controversia al partido. Aunque no se revelaron detalles sobre el incidente, se informó que no tuvo mayores repercusiones y quedó en una anécdota dentro de la intensidad del juego.
El fútbol argentino, conocido por su pasión y fervor, no es ajeno a este tipo de episodios. Sin embargo, lo ocurrido con Merlos reavivó el debate sobre cómo equilibrar la emoción de los aficionados con la seguridad de todos los involucrados. Las autoridades deportivas podrían revisar los protocolos para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.
Rosario Central y Estudiantes, más allá del incidente, ofrecieron un espectáculo competitivo. Ambos equipos mostraron entrega en la cancha, conscientes de que el pase a la siguiente ronda estaba en juego. El resultado del partido, sin embargo, pasó a un segundo plano frente a la atención que generó el impacto al árbitro.
Este episodio, aunque aislado, refleja los desafíos que enfrenta el fútbol en Argentina para garantizar un ambiente seguro y ordenado. Mientras los hinchas celebran con entusiasmo, incidentes como este recuerdan la importancia de establecer límites claros para proteger a jugadores, árbitros y asistentes.
La jornada dejó una lección clara: la pasión por el fútbol debe ir de la mano con la responsabilidad. Lo ocurrido en el Gigante de Arroyito será recordado como un incidente que, afortunadamente, no pasó a mayores, pero que sirve como advertencia para el futuro del deporte en el país.

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Insólito suceso en el fútbol argentino: árbitro impactado por fuegos artificiales en pleno partido
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