En un partido vibrante por la jornada 35 de LaLiga, Celta de Vigo logró una heroica victoria por 3-2 frente al Sevilla, a pesar de jugar más de medio encuentro con un hombre menos. El encuentro, disputado en el estadio de Balaídos, dejó momentos de gran intensidad y confirmó el buen momento de los celestes en su lucha por un puesto en competencias europeas.
El primer tiempo fue dominado por el Celta, que mostró un juego vertical y combinativo. A los 19 minutos, Ilaix Moriba abrió el marcador con un golazo tras un pase preciso de Williot Swedberg. El centrocampista guineano, con un control magistral, definió con potencia para adelantar a los locales y encender las gradas.
Sin embargo, el panorama cambió drásticamente al final de la primera mitad. Una mano de Marcos Alonso dentro del área resultó en un penalti y su expulsión tras la revisión del VAR. Nemanja Gudelj no falló desde los once metros y empató el encuentro, dejando al Celta en desventaja numérica para la segunda parte.
Pese a la inferioridad, los dirigidos por Claudio Giráldez no renunciaron al ataque. Óscar Mingueza, en una jugada brillante, volvió a poner al Celta en ventaja con un disparo colocado que desató la euforia en Balaídos. El Sevilla, incapaz de controlar el ímpetu gallego, se vio superado por la valentía de su rival.
El conjunto andaluz respondió con presión en los minutos finales. Kike Salas tuvo una oportunidad clara para empatar, pero el portero Vicente Guaita se lució con una atajada espectacular. Sevilla volcó todo su esfuerzo en busca del empate, dejando espacios que el Celta supo aprovechar.
En el minuto 93, Borja Iglesias sentenció el partido con un gol en un mano a mano frente al portero Ørjan Nyland. El delantero, aprovechando un error defensivo, definió con frialdad para asegurar los tres puntos y desatar la celebración en las gradas.
Sevilla logró descontar en el tiempo añadido con un gol de Kike Salas, pero ya no hubo tiempo para más. El marcador final de 3-2 reflejó la garra y el carácter de un Celta que, incluso con diez jugadores, nunca bajó los brazos y se impuso ante un rival directo.
Con esta victoria, Celta de Vigo se consolida en la séptima posición de LaLiga, acercándose a los puestos de clasificación a torneos europeos. Por su parte, Sevilla sigue sin encontrar regularidad y queda en una posición comprometida, a solo seis puntos de la zona de descenso.
El técnico sevillista, Joaquín Caparrós, lamentó la derrota y destacó la necesidad de recuperar a sus jugadores para el próximo duelo clave ante Las Palmas. Mientras tanto, en Vigo, la afición celeste celebra un triunfo que refuerza su ilusión por una temporada histórica.
La próxima jornada será crucial para ambos equipos. Celta buscará mantener su racha positiva, mientras que Sevilla necesita sumar urgentemente para alejarse de los puestos de peligro. Balaídos, una vez más, fue testigo de un espectáculo futbolístico inolvidable.