En un partido intenso de los cuartos de final del Clausura 2025, Nahuel Guzmán, portero de Tigres, se convirtió en el centro de la polémica tras el empate sin goles contra Necaxa. El encuentro, disputado en el Estadio Victoria, estuvo marcado por un incidente que desató la furia del argentino.
Durante el juego, la afición de Necaxa lanzó el grito homofóbico en repetidas ocasiones, especialmente dirigido al guardameta felino. Este cántico, prohibido por la FIFA y la Federación Mexicana de Futbol, provocó la interrupción momentánea del partido, siguiendo el protocolo establecido para estos casos.
Guzmán, visiblemente molesto, no se quedó callado. Al término del encuentro, el portero expresó su frustración ante los medios, señalando la gravedad del problema. Criticó la falta de medidas efectivas para erradicar este comportamiento en los estadios mexicanos, especialmente con el Mundial de 2026 acercándose.
El argentino, conocido por su personalidad explosiva, destacó que el grito no solo afecta a los jugadores, sino que daña la imagen del futbol mexicano. Sus declaraciones fueron contundentes, exigiendo a las autoridades deportivas tomar decisiones firmes para sancionar este tipo de conductas.
El partido en sí fue un duelo cerrado, con ambos equipos luchando por la ventaja en la ida de los cuartos de final. Tigres, liderado por Guzmán en la portería, mantuvo su arco en cero, pero no logró perforar la defensa de Necaxa, dejando todo para definirse en el partido de vuelta.
Este incidente revive el debate sobre el grito homofóbico, un problema recurrente en la Liga MX. A pesar de las campañas de concientización y las sanciones impuestas, el cántico persiste en algunos sectores de las gradas, generando controversia en cada aparición.
Guzmán, quien alcanzó los 500 partidos con Tigres en este encuentro, es una figura polarizante. Mientras los aficionados felinos lo idolatran, otros lo critican por sus actitudes provocadoras. Sin embargo, en esta ocasión, su postura contra el grito homofóbico encontró eco en varios sectores.
La Federación Mexicana de Futbol aún no ha emitido un comunicado oficial sobre el incidente. Se espera que analice el reporte arbitral para determinar si habrá sanciones para Necaxa o medidas adicionales para abordar el problema.
El partido de vuelta entre Tigres y Necaxa promete ser igual de intenso, tanto en la cancha como en las gradas. La serie está abierta, y los felinos buscarán aprovechar su localía en el Estadio Universitario para avanzar a las semifinales.
Por ahora, las palabras de Guzmán resuenan como un llamado a la reflexión. El futbol mexicano enfrenta el desafío de limpiar su imagen antes de ser el centro de atención en el escenario mundial.