Por primera vez en la historia, un estadounidense ha sido elegido como líder de la Iglesia Católica. Robert Francis Prevost, ahora Papa León XIV, asumió el pontificado el 8 de mayo de 2025, marcando un hito sin precedentes. Este cardenal de 69 años, nacido en Chicago, se presenta como un “ciudadano del mundo”, con una trayectoria que lo vincula profundamente a Perú y Roma.
León XIV es conocido por su carácter conciliador y su enfoque en tender puentes entre la Iglesia y el mundo moderno. Su elección como Papa número 276 refleja la búsqueda de un líder capaz de navegar los desafíos globales actuales, desde conflictos internacionales hasta tensiones sociales. En su primer discurso, pronunciado en un español fluido, rindió homenaje a su predecesor, el Papa Francisco, destacando su legado de reformas progresistas.
El nuevo Pontífice no solo lleva la nacionalidad estadounidense, sino también la peruana, adoptada en 2015 tras décadas de trabajo misionero en el país sudamericano. En el Vaticano, es considerado el cardenal estadounidense más internacional y, para muchos, el más latinoamericano. Su experiencia en Perú, donde sirvió como obispo, le otorga una perspectiva única que podría influir en su liderazgo espiritual.
La elección del nombre León XIV ofrece pistas sobre sus prioridades. Su predecesor, León XIII, es recordado por acercar la Iglesia a la modernidad y defender los derechos de los trabajadores. Analistas sugieren que el nuevo Papa buscará seguir un camino similar, promoviendo la justicia social y el diálogo en un mundo polarizado.
Sin embargo, su ascenso al papado no está exento de controversia. Las posturas de León XIV en temas como la migración, la justicia racial y el cambio climático, que comparte con Francisco, lo colocan en una posición potencialmente opuesta al presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En redes sociales, cuando aún era cardenal, Prevost criticó políticas migratorias de la administración Trump y comentarios de su vicepresidente, JD Vance.
A pesar de estas tensiones, figuras clave de la Iglesia, como el cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, han destacado la capacidad de León XIV para construir puentes. Dolan insistió en que la nacionalidad del Papa fue un factor secundario en el cónclave, subrayando su perfil como un líder global. Por su parte, Trump felicitó al nuevo Pontífice, calificando su elección como un “gran honor” para Estados Unidos.
El nuevo Papa también enfrenta críticas de sectores conservadores, especialmente de la derecha trumpista. Activistas como Laura Loomer lo han acusado de ser “anti-Trump” y promover políticas de “fronteras abiertas”. Estas críticas reflejan las divisiones ideológicas que León XIV deberá abordar, tanto dentro de la Iglesia como en el escenario internacional.
En su primera aparición pública desde el balcón de la Basílica de San Pedro, León XIV llamó a la paz y al diálogo, un mensaje que resonó entre líderes mundiales. Desde el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, hasta la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, diversos líderes han expresado su esperanza en que su pontificado fomente la unidad y la justicia global.
León XIV asumirá formalmente su cargo en una misa solemne el 18 de mayo en la Plaza de San Pedro, un evento al que se espera asista Donald Trump. Este encuentro podría ser un momento clave para definir la relación entre el Vaticano y la Casa Blanca en los próximos años.
Con un mundo marcado por guerras, migración y desigualdad, el liderazgo de León XIV será observado de cerca. Su capacidad para equilibrar las expectativas de una Iglesia diversa y enfrentar los retos geopolíticos determinará el impacto de su pontificado en la escena global.

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León XIV, el Papa Estadounidense que Podría Desafiar a Trump
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