Un nuevo caos aéreo sacude el aeropuerto de Newark, en Nueva Jersey, tras un apagón en el sistema de control de tráfico aéreo que dejó a controladores sin comunicación ni radar durante 90 segundos. Este es el segundo incidente en apenas dos semanas, evidenciando serias fallas técnicas en uno de los aeropuertos más importantes de Estados Unidos.
La Administración Federal de Aviación informó que el apagón ocurrió a las 4:00 de la madrugada, afectando el sistema de Filadelfia que guía los vuelos en Newark. Aunque duró solo un minuto y medio, el incidente provocó retrasos y cancelaciones, agravando la crisis en un aeropuerto ya saturado por problemas recientes.
La Casa Blanca, a través de su portavoz Karoline Leavitt, prometió resolver estas fallas técnicas de inmediato. Según el comunicado, el Departamento de Transportes y la FAA trabajarán esta misma noche para instalar nuevos cables de fibra óptica entre Newark y Filadelfia, con la esperanza de evitar más interrupciones.
Sin embargo, las promesas no calman a los viajeros ni a los políticos locales. El congresista demócrata Josh Gottheimer, representante de Newark, calificó la situación como inaceptable. Recordó que el apagón anterior, el 28 de abril, también dejó a los controladores incomunicados, causando trauma a cinco de ellos, quienes pidieron baja médica.
Gottheimer señaló que un cable de cobre obsoleto se “fundió” en el incidente previo, exponiendo la antigüedad de la infraestructura. El congresista exigió fondos de emergencia para modernizar los sistemas de control aéreo y contratar más personal, advirtiendo que los retrasos están afectando gravemente a los pasajeros.
Por su parte, el secretario de Transporte, Sean Duffy, había anunciado un ambicioso plan para actualizar el sistema de control aéreo con tecnología de punta, incluyendo fibra óptica, conexiones inalámbricas y satélites. Sin embargo, este proyecto requiere la aprobación del Congreso y podría tardar hasta cuatro años en completarse.
El aeropuerto de Newark, clave para el área metropolitana de Nueva York, lleva semanas en el ojo del huracán. Las interrupciones han generado cientos de vuelos cancelados y miles de pasajeros varados, lo que ha puesto en duda la capacidad del gobierno federal para gestionar la infraestructura aérea.
La Casa Blanca asegura que las reparaciones estarán listas para septiembre, pero la presión crece. Los viajeros exigen soluciones inmediatas, mientras los legisladores advierten que sin una acción urgente, estos incidentes podrían convertirse en la norma en uno de los principales centros aéreos del país.

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La Casa Blanca bajo presión por nuevo apagón en el aeropuerto de Newark
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