Un nuevo caso de inseguridad sacude las calles de Chihuahua. Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE) detuvieron a un joven de 18 años que escondía armas de fuego en plena vía pública. El hecho, que pone en evidencia la creciente ola de violencia, ocurrió cuando los oficiales notaron un comportamiento sospechoso.
El detenido, identificado como Ángel Javier V.S., originario de Veracruz, fue sorprendido mientras cargaba una cobija multicolor. Los agentes observaron que de la manta sobresalía lo que parecía ser el cañón de un arma larga. La situación levantó las alarmas de inmediato.
Al intentar interceptarlo, el joven arrojó la cobija al suelo en un intento desesperado por ocultar su delito. Sin embargo, los oficiales descubrieron que dentro de la manta había no una, sino dos armas de fuego: una escopeta Maverick de calibre 12 y un rifle también de calibre 12 con empuñadura de madera.
El caso ha generado preocupación entre los habitantes de Chihuahua, quienes ven este incidente como una muestra más de la falta de control en las calles. La portación ilegal de armas de alto calibre sigue siendo un problema que las autoridades no logran frenar.
Ángel Javier V.S. fue puesto a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR) para que se investigue su caso. Las autoridades no han revelado si el joven está vinculado a algún grupo delictivo o si actuaba por cuenta propia.
Este tipo de incidentes refuerza la percepción de inseguridad en la región. Los ciudadanos exigen respuestas claras y acciones contundentes por parte de las autoridades para garantizar su tranquilidad.
La facilidad con la que un joven de 18 años pudo pasearse con armas de fuego en plena luz del día es alarmante. Las preguntas sobre cómo obtuvo las armas y cuál era su intención siguen sin respuesta.
La detención de Ángel Javier V.S. es solo un reflejo de los retos que enfrenta Chihuahua en materia de seguridad. Mientras las autoridades no refuercen las estrategias para combatir la delincuencia, casos como este seguirán siendo una constante.
La ciudadanía espera que este caso no quede en el olvido y que las investigaciones arrojen luz sobre las redes que permiten la circulación de armas ilegales. La seguridad de las familias está en juego.
El hallazgo de estas armas bajo una simple cobija es un recordatorio de que la violencia está más cerca de lo que muchos quisieran admitir. Las autoridades tienen un largo camino por recorrer para devolver la paz a las calles de Chihuahua.