En un operativo que pone en evidencia la creciente inseguridad en Jalisco, elementos de la Policía Metropolitana detuvieron a un hombre armado en Tlajomulco de Zúñiga. El sujeto, identificado como Karol “N”, de apenas 19 años, fue capturado en el cruce de Camino a Santa Cruz y Villas del Parque, en la colonia Santa Cruz del Valle.
Durante un recorrido de vigilancia, los oficiales notaron que el joven portaba una mariconera donde, a simple vista, se podía distinguir un arma de fuego. Al realizarle una inspección, encontraron un arma artesanal y tres cartuchos útiles calibre 9 milímetros. La detención no solo sacó de las calles a un presunto delincuente, sino que reveló un historial preocupante.
Tras verificar su identidad, las autoridades descubrieron que Karol “N” ya cuenta con antecedentes por robo a negocio y robo de motocicleta. Este hecho pone en duda la efectividad de las estrategias de seguridad en la región, donde los delincuentes parecen actuar con total impunidad. El detenido fue puesto a disposición del Ministerio Público para las investigaciones correspondientes.
Pero la operación no terminó ahí. En el mismo municipio, las autoridades llevaron a cabo un cateo en una finca ubicada en la calle Valle de San Isidro, en la colonia Valle de Tejeda. En el lugar, encontraron un montacargas, equipo de radiocomunicación y chalecos tácticos, objetos que levantan sospechas sobre actividades ilícitas en la zona.
El aseguramiento de la finca y los objetos encontrados refuerza la percepción de que Tlajomulco se ha convertido en un punto caliente para la delincuencia. La presencia de equipo táctico y de comunicación sugiere que el lugar podría estar vinculado a grupos criminales organizados, aunque las autoridades aún no han confirmado esta información.
La Fiscalía General de la República, a través de su delegación en Jalisco, informó que tanto el predio como los objetos asegurados quedaron bajo resguardo del Ministerio Público Federal. Se espera que las investigaciones esclarezcan el uso de la finca y la posible relación con redes delictivas que operan en el estado.
Este operativo se suma a una serie de acciones que, aunque necesarias, parecen insuficientes para frenar la ola de violencia que azota a Jalisco. Los ciudadanos de Tlajomulco y otros municipios viven con el temor constante de ser víctimas de la delincuencia, mientras las autoridades luchan por recuperar el control.
La detención de Karol “N” y el aseguramiento de la finca son solo un reflejo de un problema mucho mayor. La falta de una estrategia integral para combatir la inseguridad sigue dejando a la población vulnerable, y los operativos, aunque destacados, no logran atacar las raíces de la criminalidad en la región.
Mientras tanto, los habitantes de Tlajomulco exigen respuestas y acciones concretas. La presencia de armas, equipo táctico y delincuentes con antecedentes en sus calles no hace más que aumentar la desconfianza hacia las instituciones encargadas de protegerlos.