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¡Alarmante! Cárteles mexicanos inundan la frontera con 155 mil drones para burlar a las autoridades

La frontera entre México y Estados Unidos enfrenta una nueva amenaza: los cárteles mexicanos han desplegado 155 mil drones para vigilar y facilitar sus operaciones criminales. Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, estos dispositivos son utilizados para espiar a las autoridades y garantizar el tráfico de drogas, armas y personas.
Gloria Chávez, jefa de la Patrulla Fronteriza en el sector del Valle del Río Grande, reveló que desde febrero de 2022 se han detectado estas incursiones masivas. Los drones, operados por organizaciones criminales, graban en tiempo real las rutas y movimientos de los agentes, permitiendo a los cárteles identificar puntos débiles en la vigilancia.
El uso de esta tecnología representa un desafío sin precedentes para las autoridades de ambos países. Los cárteles, con recursos financieros prácticamente ilimitados, han superado en capacidad tecnológica a las fuerzas de seguridad, que luchan por contrarrestar esta amenaza aérea.
Chávez destacó que los drones no solo vigilan, sino que también han sido utilizados para transportar drogas. En 2023, se interceptó un dron que llevaba siete libras de cocaína, evidenciando la sofisticación de estas operaciones delictivas.
La zona fronteriza de Texas, particularmente en áreas como Matamoros y Ciudad Mier, es uno de los principales puntos de actividad. Los cárteles han mapeado estas regiones para explotar las áreas con menor presencia de agentes, maximizando la efectividad de sus cruces ilegales.
Las autoridades estadounidenses han intensificado la cooperación con México, pero la magnitud del problema pone en evidencia la falta de una estrategia efectiva. La inversión en tecnología antidrones se ha vuelto urgente para neutralizar estas incursiones y convertirlas en fuentes de inteligencia.
Chávez subrayó que los cárteles adaptan sus tácticas constantemente. Cuando se refuerza la vigilancia terrestre, recurren al río; si se controla el río, usan drones. Esta flexibilidad los mantiene un paso adelante, desafiando la seguridad de la frontera.
La situación ha sido calificada como una amenaza a la soberanía y la seguridad nacional. La proliferación de drones en manos de la delincuencia organizada refleja un problema que trasciende las fronteras y exige una respuesta coordinada.
Este escenario pone en tela de juicio la capacidad del gobierno mexicano para frenar el avance tecnológico de los cárteles. La inseguridad en la frontera no solo afecta a Estados Unidos, sino que expone las carencias en la lucha contra el crimen organizado en México.
La guerra en la frontera ha entrado en una nueva fase, donde la tecnología se convierte en un arma invisible. Sin una acción contundente, los cárteles seguirán explotando estas herramientas para consolidar su poder.

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