El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su entusiasmo por la elección del cardenal Robert Francis Prevost como el nuevo Papa León XIV, marcando un hito al convertirse en el primer pontífice estadounidense en la historia de la Iglesia Católica. En un mensaje desde la Casa Blanca, Trump destacó que este hecho representa un gran honor para su país.
León XIV, de 69 años, fue elegido en el cónclave que comenzó el 7 de mayo en el Vaticano, tras la muerte del Papa Francisco. Su nombramiento ha generado expectativas globales, especialmente por su trayectoria en la Iglesia y su cercanía ideológica con las reformas impulsadas por su predecesor.
Nacido en Chicago, Robert Francis Prevost ha dedicado gran parte de su vida al servicio eclesiástico, con una destacada labor en Perú, donde trabajó en comunidades vulnerables. Su experiencia en América Latina le otorga un perfil único para abordar los desafíos de la Iglesia en la región.
Trump, quien asistió al funeral de Francisco en abril, no dudó en felicitar al nuevo Papa. En sus declaraciones, subrayó la emoción que significa para Estados Unidos tener un representante en la máxima autoridad de la Iglesia Católica, un hecho sin precedentes.
El nuevo pontífice, que habla español, inglés e italiano con fluidez, ha enviado un mensaje de unidad en sus primeras palabras tras ser elegido. León XIV llamó a los fieles a mantenerse sin miedo y unidos, asegurando que el amor de Dios prevalecerá sobre el mal.
La elección de un Papa estadounidense llega en un momento de tensiones entre la administración Trump y sectores de la Iglesia Católica, especialmente por temas como la inmigración. Durante el pontificado de Francisco, hubo críticas a las políticas migratorias de Trump, un punto que podría influir en la relación con León XIV.
A pesar de las diferencias, Trump expresó su deseo de reunirse pronto con el Papa León XIV. El presidente señaló que este encuentro será un momento significativo para fortalecer los lazos entre Estados Unidos y el Vaticano.
El nombramiento de León XIV también ha generado reacciones en redes sociales, donde usuarios destacan el simbolismo de un Papa estadounidense en un contexto global complejo. Su elección podría representar un puente entre la Iglesia y las dinámicas políticas de Occidente.
Con un perfil pastoral y una visión progresista, León XIV enfrenta el reto de liderar a más de mil millones de católicos en un mundo marcado por divisiones. Su experiencia internacional y su mensaje de esperanza serán clave en los años venideros.
La elección de León XIV no solo es un orgullo para Estados Unidos, como lo expresó Trump, sino también un capítulo histórico para la Iglesia Católica, que por primera vez será guiada por un pontífice de esta nación.