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¡Sheinbaum en el ojo del huracán! INE desmiente sus promesas sobre la elección judicial

La presidenta Claudia Sheinbaum enfrenta un nuevo revés en su gestión. El Instituto Nacional Electoral (INE) ha aclarado que no habrá resultados definitivos de la elección judicial el mismo día de los comicios, programados para el 1 de junio. Esta declaración contradice las expectativas que el gobierno federal había generado, dejando en evidencia una falta de coordinación y promesas que no podrán cumplirse.
La elección judicial, impulsada por Morena y aprobada como parte de la controvertida reforma al Poder Judicial, busca que el pueblo elija a jueces, magistrados y ministros. Sin embargo, el INE ha señalado que el proceso será mucho más complejo de lo que Sheinbaum y su administración han querido hacer creer. Los cómputos oficiales podrían tardar hasta 10 días, lo que genera incertidumbre sobre la transparencia y eficiencia del proceso.
El INE explicó que las elecciones abarcarán seis categorías, incluyendo ministros de la Suprema Corte y magistrados del Tribunal Electoral. Cada una de estas categorías requiere un escrutinio detallado, lo que hace imposible tener resultados inmediatos. Este anuncio pone en duda las afirmaciones del gobierno de que México será un ejemplo mundial de democracia con este ejercicio.
Sheinbaum, quien ha promovido la elección judicial como una de las banderas de su gobierno, no ha escapado de las críticas. Diversos sectores han acusado a Morena de apresurar la reforma sin garantizar las condiciones necesarias para un proceso electoral claro y confiable. La falta de claridad en los plazos y procedimientos solo alimenta estas sospechas.
Por su parte, el INE ha defendido su postura, asegurando que trabaja contra el tiempo y con recursos limitados tras el recorte presupuestal impuesto por el Congreso, dominado por Morena. La presidenta del organismo, Guadalupe Taddei, ha insistido en que la prioridad es garantizar un proceso imparcial, aunque esto signifique retrasos en los resultados.
La oposición no ha perdido la oportunidad de señalar las fallas del gobierno. Políticos de partidos como el PAN y el PRI han calificado la situación como una muestra más de la improvisación de Sheinbaum y su equipo. Incluso Ernesto Zedillo, expresidente, ha criticado la reforma, acusándola de atentar contra la democracia mexicana.
Mientras tanto, la ciudadanía se encuentra en un mar de dudas. La página oficial del INE ofrece información sobre los candidatos, pero la complejidad del proceso y la falta de resultados inmediatos podrían desincentivar la participación. La promesa de una elección histórica corre el riesgo de convertirse en un nuevo desencanto.
Este nuevo tropiezo de Sheinbaum se suma a las tensiones con el INE, que ya había sido cuestionado por la presidenta por solicitar más presupuesto para organizar los comicios. La relación entre el gobierno y el organismo electoral sigue deteriorándose, lo que no augura un panorama alentador para el próximo 1 de junio.
La elección judicial, que debería ser un paso hacia la democratización del Poder Judicial, está envuelta en polémica y desconfianza. Con un proceso que se alarga y un gobierno que no logra generar certidumbre, México enfrenta un desafío que podría marcar el rumbo de la administración de Sheinbaum.

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