San Juanito, en Chihuahua, amaneció nuevamente como el punto más frío de México, marcando -2.4 grados centígrados. Este es el tercer día consecutivo que la localidad enfrenta temperaturas gélidas, consolidándose como el epicentro del frío en el estado.
La masa de aire frío impulsada por el frente frío número 42 sigue afectando la zona serrana. En San Juanito, los termómetros no dan tregua, y los habitantes enfrentan mañanas heladas que requieren abrigos, bufandas y mucha preparación para salir de casa.
Otras localidades cercanas también registraron temperaturas bajo cero. El Vergel marcó -2.2 grados centígrados, mientras que Basaseachi reportó -1.8 grados. En Majalca, el frío alcanzó -1.5 grados, y en Creel, los termómetros indicaron -1 grado.
En contraste, municipios como Guachochi y Temosachic reportaron temperaturas ligeramente menos extremas, con -0.8 y -0.5 grados centígrados, respectivamente. Sin embargo, las zonas altas de la sierra siguen siendo las más afectadas por este descenso térmico.
Las autoridades meteorológicas han advertido que las condiciones frías persistirán en la región. La combinación de aire ártico y el frente frío está generando un ambiente gélido, especialmente durante las primeras horas del día.
Para los habitantes de San Juanito, este clima representa un desafío diario. Las actividades cotidianas, como ir al trabajo o a la escuela, se complican por las bajas temperaturas, que también afectan la agricultura y el ganado en la zona.
En el resto del estado, las temperaturas se mantuvieron más moderadas. Municipios como Chihuahua y Juárez reportaron valores por encima de los 5 grados centígrados, una diferencia notable con las condiciones de la sierra.
El pronóstico indica que el frío no dará tregua pronto. Se espera que las temperaturas sigan descendiendo en las próximas horas, especialmente en las áreas más elevadas, donde las heladas serán más intensas.
Este fenómeno climático resalta la diversidad de climas en México. Mientras algunas regiones enfrentan calor, en San Juanito el invierno se siente con fuerza, recordándonos la importancia de estar preparados para las inclemencias del tiempo.