El gobernador de Nuevo León, Samuel García, no pierde oportunidad de captar atención. Esta vez, anunció que invitará al recién nombrado Papa León XIV a visitar la recién bautizada Presa León, ubicada entre los municipios de Linares y Montemorelos. La declaración, hecha a través de sus redes sociales, ha generado revuelo en la entidad, donde el mandatario busca destacar su gestión con gestos de alto impacto mediático.
La Presa León, antes conocida como Presa Libertad, fue renombrada tras un concurso público impulsado por el propio García. Según el gobernador, este embalse es un pilar clave para garantizar el abasto de agua en la zona metropolitana de Monterrey, especialmente en tiempos de crisis hídrica. La obra, que lleva años en construcción, ha sido uno de los proyectos insignia de su administración, aunque no exenta de críticas por retrasos y sobrecostos.
El anuncio de invitar al Papa León XIV llega en un contexto particular. El nuevo líder de la Iglesia Católica, elegido tras el fallecimiento del Papa Francisco en abril de 2025, representa una figura de relevancia global. García, conocido por su habilidad para conectar con audiencias a través de redes sociales, parece apostar por este gesto para proyectar una imagen de apertura y liderazgo en el escenario internacional.
Sin embargo, no todos ven con buenos ojos la iniciativa. Algunos sectores de la población nuevoleonesa han cuestionado la pertinencia de la invitación, argumentando que se trata de una maniobra mediática para desviar la atención de problemas locales. La inseguridad en ciertos municipios y los retos en el transporte público son temas que siguen afectando a los ciudadanos y que, según críticos, merecen mayor prioridad.
El gobernador, por su parte, defendió su decisión. En un mensaje publicado en sus redes, felicitó a los católicos por el nombramiento del nuevo Papa y destacó la importancia de mostrar al mundo los avances de Nuevo León. Según García, la Presa León no solo es una obra hidráulica, sino un símbolo del progreso que busca posicionar al estado como un referente en desarrollo sostenible.
La relación de García con la Iglesia Católica no es nueva. En 2021, junto a su esposa Mariana Rodríguez, visitó al Papa Francisco en el Vaticano, donde le obsequiaron jerseys de los equipos de fútbol Tigres y Rayados. Aquella visita generó tanto elogios como críticas, con algunos acusando al mandatario de usar la religión para fines políticos. Ahora, con la invitación al Papa León XIV, la historia parece repetirse.
La Presa León, que actualmente registra un llenado del 27 por ciento, según datos de Agua y Drenaje de Monterrey, es un proyecto ambicioso. Autoridades aseguran que, una vez concluida, podrá suministrar agua incluso en los escenarios más críticos. Sin embargo, la obra no estará completamente terminada hasta mayo de 2025, un retraso respecto a las fechas iniciales prometidas por el gobierno estatal.
El impacto de esta invitación al Papa León XIV aún está por verse. Mientras algunos aplauden el intento de García por poner a Nuevo León en el mapa global, otros lo ven como un movimiento calculado para reforzar su imagen de cara a futuros proyectos políticos. Lo cierto es que, en un estado donde la gestión del agua y la infraestructura son temas sensibles, cualquier paso del gobernador será escrutado con lupa.
La pregunta que queda en el aire es si el Papa León XIV aceptará la invitación y visitará Nuevo León. De concretarse, sería un evento sin precedentes para la entidad, pero también un reto logístico y político para un gobierno que busca equilibrar sus promesas con las expectativas de la ciudadanía. Por ahora, Samuel García sigue apostando por gestos audaces para mantener su relevancia.

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Samuel García busca reflectores invitando al Papa León XIV a la Presa León
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