En Nuevo León, las tormentas de granizo pueden llegar sin aviso, dejando daños costosos en autos y ventanas. Con el clima impredecible de la región, es clave estar preparado para evitar gastos innecesarios.
Una de las formas más efectivas de proteger los cristales de tu auto es usar cobertores acolchados. Estas fundas, diseñadas específicamente para vehículos, absorben el impacto del granizo y evitan que el parabrisas o los vidrios se quiebren.
Si no tienes un cobertor, una solución rápida es usar tapetes de goma o alfombras viejas. Colócalos sobre el parabrisas y el techo del auto para crear una barrera protectora contra las bolas de hielo.
Estacionar bajo un techo sólido, como una cochera o un puente, es otra opción ideal. Si no hay estructuras cerca, busca árboles frondosos, aunque ten cuidado con las ramas que puedan caer durante la tormenta.
Para las ventanas de tu casa, instalar persianas metálicas o contraventanas puede marcar la diferencia. Estos sistemas resisten los golpes del granizo y protegen los cristales de roturas.
Una alternativa casera es usar paneles de madera o cartón grueso para cubrir las ventanas. Asegúralos bien con cinta adhesiva o clavos para que no se muevan con el viento.
También puedes reforzar los cristales con películas de seguridad. Estas láminas transparentes aumentan la resistencia del vidrio y evitan que se rompa en pedazos si recibe un impacto.
Si una tormenta de granizo te sorprende mientras conduces, lo mejor es detenerte en un lugar seguro. Cubre el parabrisas con una manta o ropa para minimizar el riesgo de que se rompa.
Prepararte con anticipación puede ahorrarte miles de pesos en reparaciones. Tener a la mano cobertores, paneles o películas de seguridad es una inversión inteligente en temporada de tormentas.
Con estos consejos, podrás enfrentar el granizo sin preocupaciones y mantener tu auto y tu hogar en perfectas condiciones.