En Jalisco, siete carreteras federales están siendo sometidas a obras de reencarpetado, un esfuerzo que busca mejorar la conectividad y seguridad en la entidad. Las vialidades intervenidas incluyen tramos clave como la Guadalajara-Tepic, la Guadalajara-Barra de Navidad y la Jiquilpan-Guadalajara, entre otras. Estas carreteras, vitales para el transporte y el turismo, han sido señaladas durante años por su mal estado, lo que ha generado molestias entre los conductores.
El proyecto, impulsado por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, contempla la rehabilitación de más de 200 kilómetros de asfalto. Según las autoridades, las obras abarcan desde bacheo profundo hasta la reposición completa de la carpeta asfáltica en los tramos más deteriorados. El objetivo es garantizar una circulación más segura y eficiente, especialmente en zonas de alta afluencia vehicular.
Sin embargo, la iniciativa no está exenta de críticas. Transportistas y habitantes de las zonas afectadas han expresado su preocupación por los constantes retrasos en el mantenimiento de estas vías. Algunos señalan que el reencarpetado es solo una solución temporal que no aborda problemas estructurales de fondo, como el diseño deficiente o la falta de drenaje en ciertas carreteras.
Las obras también han generado inconvenientes para los conductores. En varios tramos, se han implementado cierres parciales y desvíos, lo que ha provocado congestionamientos y retrasos. Las autoridades han pedido paciencia a los usuarios, asegurando que las molestias serán compensadas con una mejora significativa en la calidad de las carreteras.
Un punto de preocupación es el presupuesto asignado. Aunque no se han revelado cifras exactas para estas obras, se sabe que el mantenimiento carretero a nivel nacional cuenta con 10 mil millones de pesos para 2025. Sin embargo, no está claro qué porcentaje de estos recursos se destinará a Jalisco, lo que ha levantado dudas sobre la continuidad de los trabajos.
La seguridad en estas carreteras también es un tema sensible. Algunas de las vías intervenidas, como la autopista a Tepatitlán, han sido señaladas como focos rojos por robos a transportistas. Conductores han reportado que, a pesar de los esfuerzos de la Guardia Nacional, la inseguridad persiste, lo que pone en riesgo tanto a los trabajadores como a los viajeros.
Por otro lado, las obras podrían tener un impacto positivo en el turismo y la economía local. Carreteras como la Guadalajara-Barra de Navidad conectan con destinos costeros clave, y su mejora podría atraer a más visitantes. Municipios como Autlán, Cocula y Barra de Navidad se verían beneficiados por una mayor afluencia de turistas.
A pesar de los avances, la percepción general es que aún hay mucho por hacer. Según la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, solo el 36% de las carreteras federales en Jalisco están en buen estado. Este dato refleja el abandono histórico de la infraestructura carretera en la entidad, un problema que no se resolverá con un solo proyecto.
El gobierno estatal ha destacado que está complementando los esfuerzos federales con recursos propios para rehabilitar carreteras libres. Sin embargo, la falta de coordinación entre instancias federales y locales podría limitar el impacto de estas iniciativas, dejando a los jaliscienses con la esperanza de que estas obras sean más que un simple parche.

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Obras de reencarpetado en Jalisco: ¿Un parche temporal para carreteras olvidadas?
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