La zona metropolitana de Monterrey se vio sacudida por intensas lluvias que provocaron un verdadero caos vial. Las precipitaciones, aunque no fueron prolongadas, dejaron a su paso encharcamientos severos, accidentes automovilísticos y un tráfico que colapsó varias de las principales avenidas de la ciudad.
Uno de los incidentes más destacados ocurrió en la avenida Morones Prieto, donde un conductor perdió el control de su vehículo debido al pavimento resbaladizo. El automóvil se estrelló, dejando al conductor con una lesión en la rodilla. Este fue solo el inicio de una serie de percances que se registraron a lo largo de la madrugada.
En el centro de Monterrey, otro accidente tuvo lugar en la avenida Constitución. Un conductor intentó cambiar de carril en medio de la lluvia, lo que provocó que su vehículo derrapara y terminara impactándose contra el camellón central. Afortunadamente, no se reportaron heridos graves, pero el incidente contribuyó al congestionamiento de la zona.
La avenida San Jerónimo también fue escenario de un percance aparatoso. Un automóvil volcó a la altura de la avenida Gonzalitos, generando alarma entre los automovilistas que circulaban por la zona. Por suerte, no hubo lesionados, pero el vehículo quedó severamente dañado, y la vialidad tuvo que ser cerrada parcialmente.
Las autoridades de Protección Civil de Nuevo León reportaron que las lluvias, aunque moderadas, fueron suficientes para generar encharcamientos en múltiples puntos de la metrópoli. Avenidas como Raúl Rangel Frías y Ruiz Cortines se convirtieron en auténticos ríos, complicando el paso de los vehículos y dejando varados a varios conductores.
Elementos de rescate tuvieron que intervenir en algunos casos extremos, como en la colonia Del Maestro, donde una familia quedó atrapada en su automóvil debido a una inundación. Los rescatistas lograron sacarlos a salvo, pero el incidente puso en evidencia la vulnerabilidad de ciertas zonas de Monterrey ante las precipitaciones.
El tráfico en la ciudad se volvió un auténtico dolor de cabeza. Las principales arterias, como Morones Prieto y Constitución, quedaron prácticamente paralizadas, afectando a miles de personas que intentaban trasladarse durante la madrugada. Los encharcamientos y los cierres viales generaron demoras de varias horas.
Las autoridades locales han sido criticadas por la falta de infraestructura adecuada para enfrentar este tipo de situaciones. A pesar de las advertencias meteorológicas, las alcantarillas y sistemas de drenaje no pudieron manejar el volumen de agua, lo que agravó los problemas en las vialidades.
Este episodio pone de manifiesto los retos que enfrenta Monterrey en temporada de lluvias. La combinación de un sistema de drenaje insuficiente y la imprudencia de algunos conductores creó una tormenta perfecta que dejó a la ciudad al borde del colapso vial.
Mientras las lluvias continúan amenazando a la región, los regiomontanos se preguntan si las autoridades tomarán medidas para evitar que este tipo de escenas se repitan. Por ahora, la ciudad recupera el aliento tras una noche de caos y complicaciones.