En un nuevo capítulo de la ola de delincuencia que azota Nuevo León, tres jóvenes fueron detenidos en el municipio de García por posesión de drogas y robo de vehículos. La captura, realizada por elementos de Fuerza Civil, expone una vez más la fragilidad de la seguridad en la región, donde los delitos parecen no dar tregua.
El operativo tuvo lugar en la colonia Valle de San Blas, cuando los agentes detectaron un vehículo sospechoso circulando por la avenida Hacienda San Miguel. Al intentar interceptarlo, los ocupantes mostraron una actitud evasiva, lo que llevó a una breve persecución que culminó con su detención.
Los detenidos, identificados como Kevin “N” de 22 años, Brandon “N” de 19 y un menor de 17, enfrentan ahora cargos graves. Durante la inspección, las autoridades encontraron en su posesión varias dosis de lo que parece ser marihuana y cocaína, además de herramientas comúnmente usadas para el robo de autos.
El vehículo en el que viajaban, un sedán gris, tenía reporte de robo en el municipio vecino de Escobedo. Este hallazgo refuerza las sospechas de que los jóvenes forman parte de una red dedicada al hurto de automóviles, un delito que ha ido en aumento en la zona metropolitana de Monterrey.
La Fuerza Civil informó que los sospechosos fueron puestos a disposición del Ministerio Público, donde se determinará su situación legal. Sin embargo, este caso vuelve a encender las alarmas sobre la falta de estrategias efectivas para contener la delincuencia en García y otros municipios de Nuevo León.
Vecinos de la colonia Valle de San Blas expresaron su preocupación por la creciente inseguridad. Muchos aseguran que los robos y el consumo de drogas en las calles son problemas recurrentes, pero las autoridades parecen no actuar con la contundencia necesaria.
Este incidente se suma a una serie de detenciones recientes en la región por delitos similares. Apenas la semana pasada, otros dos jóvenes fueron arrestados en Monterrey con drogas y armas, lo que evidencia un patrón preocupante de criminalidad entre la población joven.
Mientras tanto, la ciudadanía exige respuestas claras. La percepción de inseguridad sigue creciendo, y casos como este solo alimentan la desconfianza hacia las instituciones encargadas de proteger a la población. ¿Cuánto más tendrá que esperar García para ver resultados reales en la lucha contra el crimen?