Un nuevo capítulo se escribe en la historia de la Iglesia Católica. Robert Francis Prevost, cardenal estadounidense de 69 años, ha sido elegido como el nuevo papa, adoptando el nombre de León XIV. Su elección marca un hito, siendo el primer pontífice nacido en Estados Unidos, aunque su vida está profundamente ligada a América Latina, especialmente a Perú.
Nacido en Chicago en 1955, Prevost proviene de una familia de raíces humildes, con un padre de ascendencia francesa e italiana y una madre de origen español. Su trayectoria comenzó en la Orden de San Agustín, donde ingresó en 1977 y se ordenó sacerdote en 1982. Su formación académica es sólida, con un título en Matemáticas por la Universidad de Villanova y un doctorado en Derecho Canónico en Roma.
La conexión de Prevost con América Latina es uno de los pilares de su perfil. En 1985, llegó a Perú como misionero agustino, trabajando en zonas rurales como Chulucanas y Trujillo. Durante más de una década, se dedicó a la formación de sacerdotes, la enseñanza de derecho canónico y el servicio pastoral en comunidades pobres, forjando un lazo profundo con la región.
En 2014, el papa Francisco lo nombró administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo, Perú, y un año después se convirtió en obispo de la misma. Su labor en el país andino fue tan significativa que en 2015 obtuvo la nacionalidad peruana. También fue vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana, destacándose por su enfoque en la transparencia y la atención a víctimas de abusos.
El ascenso de Prevost en el Vaticano fue meteórico. En 2023, Francisco lo llamó a Roma para encabezar el Dicasterio para los Obispos, un cargo clave que supervisa el nombramiento de obispos en todo el mundo. Ese mismo año, fue nombrado cardenal, consolidando su influencia en la Curia Romana y su cercanía con el pontífice argentino.
León XIV es descrito como un líder moderado, discreto y pastoral. Su estilo sereno contrasta con el carisma efusivo de Francisco, pero comparte su visión de una Iglesia cercana a los pobres y comprometida con la justicia social. Su dominio de cinco idiomas, incluido el español, le permite conectar con diversas culturas.
Sin embargo, su trayectoria no está exenta de controversias. Durante su tiempo en Perú, enfrentó críticas por supuestas irregularidades en el manejo de casos de abuso clerical. Aunque no hay cargos formales, estas acusaciones podrían generar debate en un momento en que la Iglesia busca mayor transparencia.
La elección de Prevost refleja un equilibrio entre continuidad y renovación. Su experiencia en las periferias de América Latina y su conocimiento de la maquinaria vaticana lo posicionan como un puente entre el norte y el sur global. Además, su oposición a políticas como las de Donald Trump lo distancia de cualquier percepción de alineación con intereses estadounidenses.
León XIV asume el papado en un contexto de divisiones internas en la Iglesia y desafíos globales como la guerra y la migración. Los cardenales, en su elección, han apostado por un pastor con una visión global, capaz de guiar a los 1.400 millones de católicos en tiempos turbulentos.
El mundo observa ahora cómo este hijo de Chicago, con alma latinoamericana, liderará la Iglesia Católica. Su pontificado promete ser un reflejo de su vida: humilde, comprometido y profundamente enraizado en la fe.

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¡Histórico! Robert Prevost, el primer papa estadounidense, asume como León XIV
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