En su primera aparición pública desde el balcón de la Plaza de San Pedro, el Papa León XIV pronunció palabras conmovedoras que resonaron en el corazón de miles de fieles. El nuevo líder de la Iglesia Católica destacó el legado de su antecesor, el Papa Francisco, quien dejó una huella imborrable en el mundo. León XIV agradeció la labor de Francisco, subrayando su mensaje central: el amor incondicional de Dios hacia todos.
Jorge Mario Bergoglio, conocido como Papa Francisco, falleció a los 88 años el pasado 21 de abril. Su pontificado, que comenzó en 2013, marcó un antes y un después en la Iglesia. Fue el primer Papa latinoamericano y jesuita, rompiendo con siglos de tradición. Su enfoque en la humildad, la cercanía con los pobres y la defensa de los marginados lo convirtió en una figura global admirada.
León XIV resaltó que Francisco enseñó al mundo que Dios no hace distinciones. Su mensaje de misericordia y amor trascendió fronteras, religiones y culturas. Desde su elección, Francisco abogó por una Iglesia más inclusiva, abierta al diálogo y comprometida con los desafíos del siglo XXI, como la desigualdad y el cambio climático.
El nuevo Papa recordó momentos icónicos del pontificado de Francisco, como su encíclica Laudato Si’, donde llamó a proteger el medio ambiente. También destacó sus esfuerzos por reformar la Curia Vaticana y enfrentar los escándalos de abusos dentro de la Iglesia. Estas acciones, dijo León XIV, reflejaron su valentía y compromiso con la justicia.
Francisco fue un defensor incansable de los más vulnerables. Sus visitas a comunidades marginadas, sus encuentros con migrantes y su mensaje de paz en zonas de conflicto dejaron un impacto duradero. León XIV aseguró que estas acciones son un ejemplo a seguir para todos los católicos y personas de buena voluntad.
El mensaje de amor incondicional, según León XIV, es la esencia del legado de Francisco. En un mundo dividido por conflictos y polarización, el Papa argentino insistió en la fraternidad y la compasión. Sus palabras, citadas por León XIV, recordaron que Dios ama a cada persona, sin importar sus errores o circunstancias.
León XIV también hizo referencia a la dimensión global del papado de Francisco. Su capacidad para conectar con personas de diferentes culturas y religiones redefinió el rol de la Iglesia en la era moderna. Desde la Jornada Mundial de la Juventud en Brasil hasta sus gestos de humildad, como rechazar lujos, Francisco inspiró a millones.
El nuevo Pontífice cerró su discurso con un compromiso: continuar el camino de inclusión y misericordia trazado por Francisco. La Plaza de San Pedro, llena de fieles de todo el mundo, respondió con aplausos y emoción. El mensaje de León XIV reafirma que el amor y la esperanza seguirán guiando a la Iglesia en los tiempos por venir.