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El Empire State se ilumina en honor a León XIV, el primer papa estadounidense

En un hecho histórico, el icónico Empire State Building de Nueva York se vistió de oro y blanco la noche del 8 de mayo para rendir homenaje al recién elegido papa León XIV, el primer pontífice originario de Estados Unidos. Este gesto simbólico captó la atención de miles de personas en la Gran Manzana y marcó un momento de orgullo para los católicos estadounidenses.
El cardenal Robert Francis Prevost, de 69 años, fue elegido como el nuevo líder de la Iglesia Católica tras un cónclave que culminó con la tradicional fumata blanca en la Capilla Sixtina. Prevost, quien adoptó el nombre de León XIV, es conocido por su trayectoria pastoral y su cercanía con América Latina, especialmente con Perú, donde también tiene nacionalidad.
La elección de un papa estadounidense rompe con siglos de tradición, ya que la mayoría de los pontífices han sido europeos. León XIV, nacido en Chicago, representa un cambio significativo para los 1,400 millones de católicos en el mundo, quienes aguardaban con expectativa la designación del sucesor del papa Francisco.
El Empire State, uno de los edificios más emblemáticos del mundo, se iluminó con los colores tradicionales del Vaticano para celebrar este hito. Las luces doradas y blancas iluminaron el cielo neoyorquino, atrayendo a turistas y residentes que se congregaron para capturar el momento en fotografías.
León XIV, miembro de la Orden de San Agustín, ha sido reconocido por su compromiso con los más necesitados, un legado que comparte con su predecesor. Durante su primer mensaje desde el balcón de la Basílica de San Pedro, el nuevo papa llamó a la paz y a la unidad, evocando un mensaje de esperanza en tiempos de desafíos globales.
La trayectoria de Prevost incluye una larga labor misionera en Perú, donde sirvió como obispo de Chiclayo y se ganó el respeto de las comunidades locales. Su experiencia en América Latina lo convierte en una figura clave para tender puentes entre el Vaticano y la región, hogar de casi la mitad de los católicos del mundo.
En Estados Unidos, la elección de León XIV ha generado reacciones de júbilo entre la comunidad católica, que ve en él un símbolo de renovación. Políticos, líderes religiosos y ciudadanos comunes han expresado su admiración por el nuevo pontífice, destacando su humildad y su enfoque progresista.
La iluminación del Empire State no solo fue un tributo al nuevo papa, sino también un recordatorio del impacto global de la Iglesia Católica. Mientras León XIV comienza su pontificado, el mundo observa con atención los pasos de este líder que promete guiar a la Iglesia en una era de cambios.

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