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¿Dónde está Melania? La pregunta que incomoda a la Casa Blanca

Desde que Donald Trump asumió su segundo mandato el 20 de enero, una ausencia ha generado murmullos en Washington: Melania Trump, la primera dama, ha pasado menos de 14 días en la Casa Blanca. Su presencia escasa contrasta con el rol tradicional de las primeras damas, quienes suelen acompañar al presidente en eventos clave y liderar iniciativas públicas.
Fuentes cercanas al entorno de Trump aseguran que Melania ha optado por dividir su tiempo entre Nueva York y Mar-a-Lago, la residencia de la familia en Florida. Esta decisión, según reportes, responde a su preferencia por mantenerse al margen de la agitada vida política de Washington, priorizando su privacidad y proyectos personales.
A diferencia de sus predecesoras, Melania no ha asumido un papel activo en la agenda de la Casa Blanca. Durante el primer mandato de Trump, ya mostró un enfoque más reservado, centrándose en iniciativas como “Be Best”, una campaña contra el acoso escolar. Sin embargo, en esta nueva etapa, incluso esas actividades parecen haber quedado en segundo plano.
La ausencia de Melania ha sido especialmente notable en eventos oficiales. No asistió a la ceremonia de investidura ni a recepciones diplomáticas recientes, algo que ha alimentado especulaciones sobre su relación con Trump y su compromiso con el rol de primera dama. Algunos analistas sugieren que su distancia refleja una postura deliberada para evitar la controversia política.
En el pasado, Melania ya enfrentó críticas por su bajo perfil. Durante el primer mandato, su ausencia en ciertos momentos clave, como los juicios políticos contra Trump, fue interpretada por algunos como una forma de desvincularse de las polémicas de su esposo. Ahora, esa percepción parece reforzarse con su limitada presencia en Washington.
Personas cercanas a la familia Trump han señalado que Melania está enfocada en su vida personal y en su hijo Barron, quien recientemente comenzó sus estudios universitarios. Este enfoque familiar, dicen, explica en parte su decisión de no residir permanentemente en la Casa Blanca, rompiendo con la tradición de las primeras damas anteriores.
Sin embargo, la falta de una agenda clara para Melania ha generado preguntas sobre cómo se redefinirá el rol de primera dama en este mandato. Algunas voces en Washington especulan que podría delegar ciertas responsabilidades en otras figuras, como Ivanka Trump, quien ya tuvo un rol destacado durante el primer gobierno de su padre.
Mientras tanto, la Casa Blanca ha evitado pronunciarse directamente sobre el tema. Los portavoces oficiales han insistido en que Melania apoya a su esposo, pero no han ofrecido detalles sobre sus planes o su paradero, lo que solo ha incrementado la curiosidad del público y los medios.
El contraste entre la visibilidad de Trump y la discreción de Melania sigue alimentando titulares. Para algunos, su ausencia es una declaración de independencia; para otros, una señal de desinterés por las responsabilidades que implica su posición. Lo cierto es que, por ahora, la pregunta persiste: ¿dónde está Melania?

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