Los municipios de Monterrey y San Pedro Garza García están trabajando en un proyecto clave para mejorar la movilidad en la zona metropolitana. Se trata de las interconexiones viales que buscan unir ambos municipios, facilitando el tránsito y reduciendo la congestión vehicular. El gobierno estatal, encabezado por Samuel García, está evaluando cómo contribuir a estos planes que prometen transformar la dinámica urbana.
El proyecto incluye la construcción de viaductos y puentes elevados, con un enfoque principal en conectar el Parque Rufino Tamayo en San Pedro con la Macroplaza en Monterrey. Esta obra, que atraviesa el Cerro de la Loma Larga, tiene un costo estimado de 3 mil millones de pesos y está programada para iniciar en agosto de 2025, con una duración aproximada de 24 meses.
Otro componente importante es la interconexión entre las avenidas Lázaro Cárdenas y Morones Prieto, diseñada para desviar hasta 100 mil vehículos que actualmente cruzan San Pedro como ruta de paso. Esta obra, con un costo de 2 mil millones de pesos, busca aliviar el tráfico en una de las zonas más congestionadas de la región.
Los alcaldes de Monterrey, Adrián de la Garza, y de San Pedro, Mauricio Fernández, han sostenido reuniones para alinear los detalles del proyecto. Ambos han solicitado el apoyo del gobierno estatal para agilizar las obras, incluyendo la posible gestión de terrenos de la Fundación Montemayor, que podrían ser clave para la ejecución de las interconexiones.
El secretario de Movilidad estatal, Hernán Villarreal, ha destacado que los estudios técnicos están avanzados y que una de las obras ya cuenta con financiamiento privado. Esto permitirá que los trabajos arranquen sin demoras significativas, con el objetivo de cumplir con los plazos establecidos.
Sin embargo, el proyecto no está exento de controversias. Vecinos de la colonia Independencia en Monterrey han expresado preocupaciones sobre el impacto que las obras podrían tener en sus comunidades. Aunque las autoridades aseguran que no habrá desalojos masivos, algunos residentes temen que la gentrificación afecte su estilo de vida.
A pesar de estos retos, los alcaldes insisten en que las interconexiones son una prioridad para mejorar la calidad de vida en la zona metropolitana. La colaboración entre los gobiernos municipales y el estatal será crucial para garantizar que los proyectos se lleven a cabo de manera eficiente y con el menor impacto posible en las comunidades.
El gobierno de Nuevo León está analizando opciones de apoyo, que podrían incluir aportaciones económicas o facilidades administrativas. La reunión entre los alcaldes y el gobernador Samuel García, programada para la próxima semana, será un paso decisivo para definir el rumbo de estas obras.
Este ambicioso plan de infraestructura promete no solo mejorar la movilidad, sino también fortalecer la conectividad entre dos de los municipios más importantes de Nuevo León. Los avances en los próximos meses serán clave para determinar si el proyecto cumple con las expectativas de los ciudadanos.

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Avances en la interconexión Monterrey-San Pedro: El estado analiza cómo apoyar los ambiciosos planes
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