Una nueva ola de inseguridad sacude al Estado de México. Usuarios del transporte público en la zona oriente, particularmente en Los Reyes La Paz, reportan una serie de incidentes alarmantes: pinchazos con jeringas que generan pánico y desconfianza. Una joven fue la más reciente víctima, encendiendo las alarmas entre los pasajeros que diariamente utilizan combis y autobuses.
El caso ocurrió en una unidad de transporte público en Los Reyes La Paz, donde la víctima, una mujer joven, sintió un pinchazo mientras viajaba. Según testigos, el agresor actuó con rapidez y se dio a la fuga, dejando a la pasajera en estado de shock. La joven fue trasladada a un centro médico para descartar cualquier sustancia peligrosa en su cuerpo.
Estos incidentes no son aislados. Reportes similares han surgido en otros puntos del Estado de México y la Ciudad de México, especialmente en el Metro, donde las autoridades han prometido reforzar la vigilancia. Sin embargo, los usuarios del transporte público en Edomex aseguran que las medidas son insuficientes y que la inseguridad sigue en aumento.
La zona oriente, que incluye municipios como Nezahualcóyotl, Chimalhuacán y La Paz, es una de las más afectadas por la delincuencia en el transporte. Los pasajeros denuncian no solo los pinchazos, sino también asaltos y acoso, lo que ha generado un clima de miedo constante. Muchos evitan viajar solos o en horarios nocturnos por temor a ser víctimas.
Las autoridades estatales, encabezadas por la gobernadora Delfina Gómez, aún no han emitido un pronunciamiento claro sobre estos ataques. La Secretaría de Seguridad del Edomex ha anunciado operativos en algunas rutas, pero los resultados son prácticamente nulos. Los ciudadanos exigen acciones concretas, como mayor presencia policial y cámaras de vigilancia en las unidades.
En redes sociales, los usuarios han compartido sus experiencias, alertando a otros sobre las rutas más peligrosas. Algunos señalan que los agresores podrían estar utilizando los pinchazos para drogar a sus víctimas, aunque las autoridades no han confirmado esta teoría. La incertidumbre solo agrava el temor entre la población.
Organizaciones civiles y colectivos de mujeres han levantado la voz, exigiendo que el gobierno tome en serio estos incidentes. Argumentan que las mujeres son las principales víctimas y que la falta de respuesta oficial refleja una indiferencia hacia su seguridad. Piden protocolos específicos para atender estos casos y sanciones más duras para los responsables.
Mientras tanto, los transportistas aseguran estar en una situación complicada. Algunos choferes han intentado reportar incidentes, pero dicen que las autoridades no les dan seguimiento. La falta de coordinación entre el gobierno y las empresas de transporte agrava el problema, dejando a los pasajeros desprotegidos.
La crisis de inseguridad en el transporte público del Edomex está lejos de resolverse. Los pinchazos son solo la punta del iceberg en una región donde la delincuencia parece actuar con total impunidad. Los habitantes de la zona oriente esperan respuestas urgentes antes de que la situación se salga de control.
La pregunta que queda en el aire es clara: ¿hasta cuándo seguirán los pasajeros viviendo con miedo en el transporte público? La respuesta, por ahora, parece estar muy lejos de llegar.