El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha desatado una controversia internacional al sugerir que permitir la participación de Rusia en el Mundial de 2026 podría ser un incentivo para poner fin a la guerra en Ucrania. La propuesta, hecha durante una reunión con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha generado reacciones encontradas en el ámbito deportivo y político.
La Copa del Mundo de 2026, que se celebrará en Estados Unidos, México y Canadá, es un evento esperado por millones de aficionados. Sin embargo, la idea de Trump de vincular el torneo con el conflicto bélico ha sorprendido a muchos. Rusia fue excluida de las competiciones internacionales por la FIFA y la UEFA desde 2022, tras la invasión a Ucrania, y su regreso al fútbol global dependería de avances significativos en las negociaciones de paz.
En la reunión, Trump expresó que el fútbol podría servir como una herramienta diplomática. Según el mandatario, la posibilidad de que Rusia compita en el Mundial podría motivar al Kremlin a buscar una resolución al conflicto. Esta declaración se produce en un contexto de tensiones geopolíticas, con Ucrania resistiendo la agresión rusa desde hace más de tres años.
Gianni Infantino, por su parte, ha mostrado en el pasado su interés en reintegrar a Rusia al fútbol internacional, pero siempre condicionado a que el conflicto termine. En un congreso de la UEFA, el presidente de la FIFA afirmó que el regreso de Rusia al deporte sería una señal de que la paz ha sido alcanzada. Sin embargo, no se pronunció específicamente sobre la propuesta de Trump.
La guerra en Ucrania ha dejado un impacto devastador, con miles de víctimas y millones de desplazados. La selección ucraniana de fútbol, liderada por figuras como Andriy Shevchenko, ha utilizado el deporte como plataforma para visibilizar la lucha de su pueblo. Permitir que Rusia participe en el Mundial podría ser visto como una afrenta por parte de Ucrania y sus aliados.
En el ámbito deportivo, la propuesta plantea dilemas logísticos. Las eliminatorias para el Mundial 2026 ya están en marcha, y el sorteo de la UEFA está programado para diciembre de 2025. La Unión de Fútbol de Rusia ha manifestado su deseo de aprovechar cualquier oportunidad para volver a competir, pero las sanciones internacionales complican su reintegración.
La relación entre Trump e Infantino también ha sido objeto de atención. Desde su regreso a la presidencia, Trump ha mantenido varios encuentros con el líder de la FIFA, lo que ha generado especulaciones sobre la influencia de Estados Unidos en las decisiones del organismo. La creación de un grupo de trabajo liderado por Trump para coordinar el Mundial 2026 refuerza esta percepción.
La sugerencia de Trump llega en un momento de tensiones económicas entre los países anfitriones del Mundial. Los aranceles impuestos por Estados Unidos a México y Canadá han creado fricciones, aunque Trump ha dicho que estas disputas harán el torneo “más emocionante”. Mientras tanto, el mundo del fútbol espera claridad sobre cómo se manejará esta propuesta que mezcla deporte, política y diplomacia.

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Trump sacude el mundo del fútbol: ¿Rusia en el Mundial 2026 como moneda de cambio para la paz?
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