Un devastador incendio en una fábrica de aerosoles en la colonia Álamo Industrial, en los límites de Guadalajara y Tlaquepaque, ha dejado un saldo trágico de cinco personas fallecidas. El siniestro, ocurrido el pasado 30 de abril, generó una intensa movilización de cuerpos de emergencia que trabajaron durante 27 horas para controlar las llamas y explosiones que alarmaron a la población.
El fuego se originó en una empresa que almacenaba químicos altamente inflamables, lo que provocó una serie de explosiones que se escucharon a varios kilómetros de distancia. Las autoridades confirmaron que las llamas se propagaron a nueve bodegas vecinas, incluyendo una farmacéutica que abastece el 80% de los implementos médicos para diálisis en México.
Entre las víctimas mortales se encuentran José de Jesús García López, de 35 años, y Gloria Sánchez Báez, de 56, ambos trabajadores de la fábrica, cuyos cuerpos fueron encontrados calcinados entre los escombros. Dos personas más fallecieron mientras recibían atención médica en el Centro Médico de Occidente debido a quemaduras graves.
Una quinta víctima, una mujer que estaba hospitalizada en la Clínica 110 del IMSS, perdió la vida días después del incidente a causa de las severas lesiones sufridas. Además, una persona continúa desaparecida, y las autoridades siguen buscando entre los restos de la fábrica con el apoyo de binomios caninos.
El incendio dejó un total de 19 personas lesionadas, de las cuales nueve permanecen internadas, algunas en estado grave. Diez de los afectados ya fueron dados de alta, según el Sistema de Atención Médica de Urgencias de Jalisco. La magnitud del siniestro obligó a evacuar a unas 450 personas de nueve colonias cercanas, como Miravalle, La Nogalera y El Tapatío.
Las investigaciones apuntan a posibles negligencias en la fábrica, que no cumplía con los lineamientos de seguridad establecidos por Protección Civil. El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, señaló que se detectaron irregularidades como la falta de extintores y un manejo inadecuado de pipas de solventes.
La fábrica de aerosoles permanece clausurada, y las autoridades han iniciado una investigación a fondo. La Secretaría del Trabajo, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y el ayuntamiento de Guadalajara realizan inspecciones para determinar las responsabilidades de la empresa.
El impacto del incendio no solo se mide en pérdidas humanas, sino también en el daño a la economía local. Cerca de mil trabajadores de la fábrica y empresas vecinas se vieron afectados, y la farmacéutica dañada enfrenta el desafío de mantener su producción para evitar desabasto en el sistema de salud.
Este trágico evento ha conmocionado a la comunidad de Álamo Industrial, que aún lidia con las secuelas de la emergencia. Las familias de las víctimas esperan justicia, mientras las autoridades prometen esclarecer las causas de un incendio que pudo haberse evitado.