Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.

Se cierra la Capilla Sixtina: Inicia el cónclave para elegir al nuevo Papa

Este 7 de mayo, la Capilla Sixtina, uno de los recintos más emblemáticos del Vaticano, cerró sus puertas al público para dar inicio al cónclave que elegirá al sucesor del papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril. Un total de 133 cardenales electores, provenientes de 70 países, se reunieron en este espacio sagrado para comenzar un proceso cargado de tradición y secretismo.
El cónclave arrancó con una misa solemne en la Basílica de San Pedro, conocida como Pro Eligendo Pontifice, presidida por el cardenal decano Giovanni Battista Re. Posteriormente, los cardenales marcharon en procesión desde la Capilla Paulina hasta la Sixtina, entonando el himno Veni Creator Spiritus para invocar la guía del Espíritu Santo en la elección.
Una vez dentro, los cardenales pronunciaron un juramento de secreto, comprometiéndose a no revelar detalles del proceso. El maestro de ceremonias, Diego Ravelli, dio la orden de “Extra omnes” (todos fuera), marcando el cierre oficial de la Capilla Sixtina. Solo los cardenales electores permanecieron en el recinto, listos para la primera votación de la tarde.
El proceso de votación es meticuloso. Cada cardenal escribe en una papeleta el nombre de su candidato, bajo la frase “Eligo in Summum Pontificem” (elijo como sumo pontífice). Las papeletas se depositan en una urna, y se requieren al menos 89 votos, dos tercios de los 133 electores, para que un candidato sea elegido papa.
Tras cada sesión de votación, las papeletas se queman en una estufa especial. Si no hay un ganador, el humo negro sale por la chimenea de la Capilla Sixtina, señal de que el cónclave continúa. Cuando se alcance el consenso, el humo blanco anunciará al mundo la elección del nuevo pontífice, seguido del tradicional “Habemus Papam”.
Este cónclave es uno de los más diversos en la historia, con representantes de todos los continentes: 52 cardenales de Europa, 37 de América, 23 de Asia, 17 de África y 4 de Oceanía. Italia lidera con 17 electores, mientras que América Latina aporta 23, incluyendo 7 de Brasil y 4 de Argentina.
Aunque no hay un favorito claro, nombres como Pietro Parolin, Luis Antonio Tagle y Matteo Zuppi han sido mencionados en especulaciones. Sin embargo, el proceso es impredecible, y los cardenales están aislados del mundo exterior, sin acceso a internet, teléfonos o medios de comunicación.
El cónclave puede extenderse varios días. Si no se elige un papa en las primeras rondas, se realizarán hasta cuatro votaciones diarias, dos por la mañana y dos por la tarde. En casos extremos, tras 33 o 34 votaciones sin resultado, podría recurrirse a una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados.
La Capilla Sixtina, con sus frescos de Miguel Ángel, no solo es el escenario de este rito, sino un símbolo de la trascendencia de la elección. Mientras los cardenales deliberan, el mundo espera en la Plaza de San Pedro, atento a la chimenea que revelará el destino de la Iglesia Católica.
Una vez elegido, el nuevo papa se retirará a la “Sala de las Lágrimas” para vestir la sotana blanca y elegir su nombre pontificio. Luego, desde el balcón de la Basílica de San Pedro, impartirá su primera bendición Urbi et Orbi, marcando el inicio de su pontificado.

Compartir:

Noticias Relacionadas