La Línea B del Metro de la Ciudad de México enfrenta una crisis más. Este martes, un desperfecto en las vías obligó a suspender el servicio en el tramo de Ciudad Azteca a Buenavista, afectando a miles de usuarios que quedaron varados durante horas. Las autoridades del Sistema de Transporte Colectivo informaron que los trabajos de reparación se extenderán toda la noche, por lo que el servicio no se reanudará hasta el miércoles.
El problema comenzó en las primeras horas de la tarde, cuando un fallo en el sistema eléctrico provocó que los trenes dejaran de circular en una de las líneas más concurridas de la capital. Usuarios reportaron aglomeraciones en estaciones como Tepito, Morelos y San Lázaro, mientras esperaban soluciones que no llegaron a tiempo. La falta de información clara generó molestias y desesperación entre los pasajeros.
Para mitigar el impacto, el gobierno de la Ciudad de México activó un servicio emergente de autobuses RTP, que operan de manera gratuita entre las estaciones afectadas. Sin embargo, las unidades no fueron suficientes para atender la demanda, lo que provocó filas largas y tiempos de espera de hasta 40 minutos. Muchos usuarios optaron por buscar alternativas como taxis o transporte por aplicación, encareciendo sus traslados.
Este nuevo incidente se suma a una serie de fallos que han aquejado al Metro en los últimos meses. La Línea B, que conecta el Estado de México con el centro de la capital, ha sido objeto de trabajos de mantenimiento desde enero, pero los avances parecen insuficientes. Usuarios han denunciado que los trenes operan con retrasos constantes y que las estaciones presentan condiciones deplorables.
El director del Metro, Guillermo Calderón, explicó que las reparaciones actuales buscan garantizar la seguridad de los pasajeros, pero no ofreció una fecha clara para la estabilización del servicio. Mientras tanto, las críticas hacia la gestión del transporte público no se han hecho esperar, con usuarios exigiendo soluciones definitivas a los problemas recurrentes.
La jefa de gobierno, Clara Brugada, no ha emitido declaraciones sobre el incidente, lo que ha avivado las críticas de quienes consideran que el sistema de transporte público está en abandono. La modernización prometida para varias líneas, incluyendo la B, sigue sin concretarse, dejando a los capitalinos a merced de un servicio cada vez más deficiente.
Para los miles de usuarios que dependen de la Línea B, este nuevo cierre representa no solo una molestia, sino un obstáculo para llegar a sus trabajos, escuelas o citas médicas. La falta de un plan efectivo para atender emergencias como esta pone en evidencia las carencias de un sistema que transporta a millones diariamente.
Las autoridades han pedido paciencia a los usuarios y aseguran que el servicio volverá a la normalidad este miércoles. Sin embargo, la confianza en el Metro parece desvanecerse, mientras los capitalinos enfrentan un sistema que no logra superar sus problemas estructurales.