En un hecho que ha conmocionado al mundo, más de 350 mil pollos fueron sacrificados a mano en Sudáfrica después de que una empresa avícola estatal los dejara morir de hambre, llevándolos a devorarse entre sí. La situación, descrita como desgarradora, expone una grave crisis en la gestión de recursos en el país.
La empresa responsable, Daybreak Foods, propiedad de la Corporación de Inversión Pública de Sudáfrica, enfrentó problemas financieros que la dejaron sin fondos para alimentar a las aves. Según reportes, los pollos no recibieron alimento durante más de una semana, lo que provocó un escenario de canibalismo masivo en varias granjas del norte del país.
El Consejo Nacional de Sociedades para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (NSPCA) intervino tras descubrir la magnitud del problema. Sus oficiales encontraron pollos esqueléticos, hacinados y atacándose entre sí, con las líneas de alimentación completamente destruidas. La escena fue calificada como una de las más perturbadoras enfrentadas por los agentes.
La NSPCA logró rescatar a más de 500 mil pollos, pero para aquellos que no podían recuperarse, la única opción fue el sacrificio. Alrededor de 75 agentes trabajaron desde el miércoles hasta el lunes pasado para euthanizar a las aves una por una, en un proceso que tuvo un impacto emocional devastador en el personal.
Daybreak Foods no obtuvo permiso para llevar a los pollos a un matadero, ya que las aves eran demasiado pequeñas debido a la desnutrición. La portavoz de la empresa, Nokwazi Ngcongo, admitió que las dificultades económicas afectaron el suministro de alimento, pero aseguró que se hicieron esfuerzos para minimizar el sufrimiento de los animales.
La NSPCA no se quedará de brazos cruzados. La organización anunció que presentará una demanda judicial contra Daybreak Foods por violar las leyes de protección animal al abandonar sus responsabilidades. Este caso ha levantado críticas sobre la supervisión de las empresas estatales en Sudáfrica.
El gobierno sudafricano confirmó que está en conversaciones con los líderes de Daybreak Foods para abordar la crisis financiera de la empresa. Sin embargo, no se han detallado medidas concretas para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.
Este incidente pone en el centro del debate la gestión de recursos en la industria avícola y el bienestar animal. La magnitud del sacrificio y las condiciones en las que se encontraron las aves han generado indignación tanto en Sudáfrica como en la comunidad internacional.