Productores lecheros de Chihuahua han vuelto a tomar las carreteras en un acto de desesperación. La empresa estatal Liconsa, encargada de comprar su leche, sigue sin pagarles millones de pesos en adeudos. Este nuevo capítulo de protestas, que incluye bloqueos en la carretera Chihuahua-Delicias, refleja la frustración de cientos de familias que dependen de esta actividad para sobrevivir.
La crisis no es nueva. Desde hace meses, los lecheros de la región centro-sur del estado, en municipios como Delicias, Meoqui y Saucillo, han denunciado que Liconsa incumple con los pagos del subsidio acordado. Este subsidio, de 4 pesos por litro, es vital para que los productores puedan cubrir los altos costos de producción, que superan los 12 pesos por litro según estudios de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
El precio de garantía, fijado en 7.05 pesos por litro, está muy por debajo de lo que los lecheros necesitan para mantener sus operaciones. Los retrasos en los pagos han obligado a muchos a endeudarse o incluso a vender sus vacas. La situación es tan grave que algunos productores aseguran que están al borde de la quiebra, mientras el gobierno federal parece ignorar sus demandas.
Los bloqueos, que se reactivaron esta semana, son una medida extrema para exigir lo que les corresponde. Los lecheros han advertido que no levantarán las protestas hasta que Liconsa liquide los adeudos pendientes, que ascienden a más de 70 millones de pesos para unos 760 productores. La carretera Chihuahua-Delicias, una de las más transitadas, se ha convertido en el epicentro de estas manifestaciones.
Diputados locales, como Ismael Pérez Pavía del PAN, han alzado la voz contra el delegado de Liconsa en Chihuahua, Gregorio Chávez Treviño. Lo acusan de no cumplir con los acuerdos establecidos tras protestas anteriores. Pérez Pavía señaló que los productores no pueden seguir esperando, ya que las vacas requieren alimento y cuidados diarios, lo que genera gastos constantes.
La inconformidad no se limita a Chihuahua. Productores de Jalisco, otra región lechera importante, han anunciado que se unirán a las protestas con bloqueos simultáneos. Esta alianza busca presionar al gobierno federal para que atienda de una vez por todas las demandas del sector, incluyendo pagos puntuales y un precio justo por su producto.
Los lecheros también han denunciado irregularidades en las operaciones de Liconsa. Algunos productores afirman que hay favoritismos, con ciertos proveedores recibiendo pagos puntuales mientras otros acumulan semanas de retrasos. Estas acusaciones han avivado las críticas contra la gestión de la empresa, que depende del gobierno federal.
La situación pone en riesgo no solo a los productores, sino a toda la cadena económica del sector lechero. Forrajeros, queserías y distribuidores de insumos también sufren las consecuencias de esta crisis. En un estado donde la producción de leche es un pilar económico, la indiferencia de Liconsa podría tener un impacto devastador.
Mientras los lecheros luchan por ser escuchados, el gobierno federal no ha emitido una respuesta clara. La falta de acción ha intensificado la tensión en Chihuahua, donde los productores aseguran que no darán marcha atrás. Las carreteras seguirán siendo su plataforma de protesta hasta que se haga justicia.
El conflicto evidencia los desafíos que enfrenta el campo mexicano. Los lecheros de Chihuahua, con su resistencia, buscan no solo salvar sus medios de vida, sino también enviar un mensaje: el sector primario no puede seguir siendo ignorado.

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Lecheros de Chihuahua estallan: Liconsa los ignora y retoman bloqueos por adeudos millonarios
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